El autor de la novela Los impostores cree que lo que el presidente Iván Duque hizo en París (Francia) fue difundir la indecorosa imagen “de un país de discursos políticos vacíos, de infantilismo, bobería e incultura”, señaló en el periódico.

Un auténtico retraso, según él, para los avances que los representantes de la cultura colombiana habían alcanzado en años de esfuerzo común en Francia.

“¡Qué rápido se pierde todo! En el 2017 se celebró el año Colombia-Francia. Durante un semestre los artistas colombianos mostraron un país complejo, generoso en su creación, con una sociedad en permanente debate intelectual, rico en imágenes, atravesado por mil interrogantes e insertado en la realidad de un modo profundo, crítico, repleto de ideas y propuestas. Ahora, en su corta visita y llena de empujones, Duque dejó la imagen contraria (…). La Colombia rencorosa, rezandera y violenta”, precisó Gamboa.

Y sostiene esa afirmación sobre la base de que mientras el presidente dice que el país avanza hacia un escenario de paz, con mejores oportunidades en educación y fomento de la cultura, en Colombia todo “acaba por ser lo contrario de lo que promulga”.

“La Colombia de Duque no coincide ni se hermana con las ideas del presidente Macron, sino con el ideario de su opositora Marine Le Pen, la fascista y racista, la ultracatólica que odia a los extranjeros, que desprecia a los intelectuales y a los homosexuales”, acentuó Gamboa en su columna sabatina en el diario capitalino.

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Y luego menciona algunas de las intervenciones “inaceptables” de Iván Duque como el de haber comparado los siete principios de la economía naranja con la existencia, por ejemplo, de la leyenda de los siete enanitos.

Ignoro si Duque intentaba decir algo distinto y le salió mal, pero habría que inventar un nuevo adjetivo, más allá de “ridículo”, para describir el papelón de nuestro subpresidente”, enfatizó el columnista de El Espectador.

Así como inaceptable, dijo Gamboa, fue la expulsión de estudiantes colombianos, como si fueran “peligrosos terroristas”, y que apenas fueron a oír el discurso del mandatario colombiano en la sede del organismo multilateral.