La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, lo advirtió el viernes de la semana pasada de forma alarmante: “Vamos a vivir las 2 peores semanas de nuestras vidas”, dijo, cuando la ciudad se acercaba al 90 % de ocupación de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) con pacientes de coronavirus. Este lunes la capital amaneció con el 91 % de ocupación de camas UCI.

Y este domingo anunció las medidas, entre ellas, la alerta roja hospitalaria, el toque de queda, la ley seca y la suspensión de la presencialidad en los colegios, que regirán en la capital durante esas dos semanas críticas para romper las cadenas de contagio y aliviar la presión sobre las UCI.

Sin embargo, el tercer pico de la pandemia y las medidas para enfrentarlo coinciden con la jornada de protestas programada por diferentes sectores pare este miércoles. Esas manifestaciones fueron organizadas para protestar, entre otras, contra la reforma tributaria que se empieza a discutir esta semana en el Congreso.

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Algunos suspicaces han sostenido que las medidas decretadas para a capital tienen el propósito de entorpecer las protestas. Pero los datos son elocuentes: solo este domingo, en Bogotá hubo más de 300 solicitudes de UCI, según el secretario de Gobierno de la ciudad, Luis Ernesto Gómez.

Por eso, la primera en llamar a la cordura fue la misma Claudia López, que, al anunciar las medidas, aseguró que las aglomeraciones son “un atentado a la vida”.

El mismo domingo, el Ministerio de Salud, a través del Comité Asesor para la Respuesta de la Pandemia hizo un llamado de solidaridad a los convocantes del paro del 28 de abril con el fin de evitar un incremento de contagios producto de las movilizaciones. Esto, ante el incremento de contagios y decesos registrados en las últimas semanas en el país por el tercer pico de la pandemia del coronavirus.

Julián Fernández Niño, director de Epidemiología del Ministerio de Salud, señaló que actualmente, varios territorios del país experimentan un incremento en el número de casos y defunciones por COVID-19, lo que se ha traducido en un profundo impacto sanitario, social y humano.

“En este marco, el Comité reitera su llamado a todos los sectores de la sociedad a mantener las medidas de autocuidado y de cuidado por el otro para enfrentar la pandemia, reconociendo la responsabilidad compartida entre individuos, colectivos sociales e instituciones de gobierno, especialmente ahora cuando enfrentamos una tercera ola de mayor transmisibilidad, con un gran impacto en el sistema de salud”, manifestó Fernández Niño, citado en un comunicado.

Preocupación por que marchas disparen contagio de coronavirus

Este lunes, la Procuraduría General de la Nación también se manifestó e hizo saber su “preocupación” y se dirigió a todos los actores sociales del país para advertirles “el riesgo que representa en este momento para la salud pública, cualquier tipo de aglomeración”, en alusión directa a las manifestaciones “que podrían conllevar, si no se realizan con suma cautela y sensatez, un aumento en el número de contagios y eventualmente en el número de fallecimientos”.

El Ministerio Público recomendó en un comunicado “a quienes están convocando marchas públicas o concentraciones multitudinarias y aquellos que piensen participar de ellas, obrar en consecuencia del difícil momento por el que atraviesa el país y considerar la posibilidad de aplazarlas, o acudir a otro tipo de expresiones que no pongan en riesgo su vida y la de la ciudadanía en general”.

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Eso sí, hizo la salvedad de que tiene el deber de garantizar el derecho a la protesta y enfatizó que cualquiera sea la decisión que tomen los ciudadanos estará a su lado velando por que se mantenga el orden público, el derecho a la movilidad y para que se respeten los derechos individuales y colectivos tanto de los ciudadanos que salgan a las calles como de aquellos que responsablemente decidan quedarse en sus casas.

Al respecto, el secretario de Gobierno de Bogotá aseguró en Caracol Radio: “En Colombia se puede protestar, es un derecho constitucional, pero nadie dice que para protestar hay que generar aglomeraciones y marchas. Hay diversas formas de protestar”.

“Nadie está diciendo que no se protesta. Pero se puede protestar sin generar aglomeraciones, ni marchas, ni plantones”, dijo, y sugirió los cacerolazos al tiempo que recordó que el Distrito ha ofrecido toda su infraestructura tanto del canal de televisión público como de redes sociales”.

Hacemos un llamado a la conciencia, a la responsabilidad y a la corresponsabilidad de los dirigentes políticos y sociales, que nadie les está diciendo que no protesten, sus causas son legítimas, pero en estos momentos poner en riesgo su propia vida, la de los bogotanos en general, no tiene sentido”, concluyó Gómez.