Mientras la investigación establece la participación de este paisa de 27 años, las autoridades en el país ya lograron detectar algunos de los nexos de este hincha.
Los contactos de Parra los llevaron hasta la banda delincuencial conocida como ‘Los Chatas’, asociada a ‘La Oficina’ cuyo jefe es alias ‘Tom’, capturado recientemente con ayuda de la DEA y que la justicia estadounidense busca extraditar, señaló El Tiempo.
Detrás de estas banda transnacional de tráfico de drogas también está el ‘Clan del Golfo’, en Colombia; el cartel de Sinaloa, en México; y el Edgardo Gustavo Vallejos, alias ‘el Gordo de la Paternal’, líder del club argentino Laferrere.
Precisamente, la interceptación de las comunicaciones de Vallejos, permitieron establecer que parte de la cocaína que él vendía al menudeo, en partidos importantes del ascenso y de la Superliga Argentina, venía de Colombia y que su enlace era el barrista paisa.
A Parra lo capturaron en la casa de ‘el Gordo’. Sobre el colombiano, en su momento, los investigadores argentinos señalaron en el diario La Nación que haber podido detenerlo fue un ‘bonus track’ porque viajaba tanto que pensaron que ya no estaba en ese país.
El caso en Argentina lo está llevando Néstor Barral, el mismo juez federal que tiene en sus manos el proceso por lavado de activos producto del narcotráfico de los herederos de Pablo Escobar: Juan Pablo y su madre, Victoria Henao, agregó El Tiempo.
Un investigador le dijo a ese diario que están tratando de individualizar a los traficantes que se mezclan entre barristas y que transportan la droga en buses contratados para los desplazamientos de grupos de hinchas a otros países, bajo la fachada de acompañar a Atlético Nacional en los torneos internacionales.
Esa fuente señaló también que no quieren que todos los hinchas sean estigmatizados.
La investigación lleva varios meses; incluso, en el Mundial detectaron que narcotraficantes colombianos, mexicanos y argentinos viajaron hasta Rusia para hacer negocios con mafias europeas en los estadios donde se jugaron los partidos.
Esto se detectó cuando funcionarios de la Agencia de Prevención de la Violencia en Deporte (Aprevide) documentaron una serie de reuniones sospechosas entre ambos grupos de hinchas, reseña el portal especializado InSight Crime.
La mafia aprovechaba la fiebre fútbol para transportar la droga en Suramérica y lograron trasladar el modelo del negocio ilegal a la máxima cita del deporte.
Estos delincuentes del ‘Clan del Golfo’, el ‘cartel de Sinaloa’ y un cartel europeo transaron un negocio de 300 millones de dólares por un cargamento de 7,5 toneladas de cocaína. “Los de Urabá se encargarían de la salida de la droga y los de Sinaloa, del ingreso de la plata en efectivo”, relató Semana, en septiembre pasado.
Algunos de esos millonarios negocios se hicieron en los partidos de Colombia-Polonia y México- Alemania, y el objetivo era invadir de cocaína las calles rusas y chinas, dos de los mercados más caros, agrega la revista.
Después de obtener el dinero, varios de los supuestos hinchas mexicanos y panameños se devolvieron de Rusia con 50.000 dólares cada uno y lograron traer el efectivo a Centroamérica.
.svg)
