Según lo manifestó el presidente encargado de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), el economista Edwin Chirivi Bonilla, el panorama actual de la construcción en Colombia, corresponde a unas características de mercado difíciles de imaginar hace dos años, algo que ha obligado al gremio a repensar muchos de los elementos que inciden sobre la actividad constructora.

Chirivi señaló que la definición de la política pública del país, “será fundamental para definir el norte del sector, de las oportunidades y también de los riesgos”.

Escenarios y riesgos para el sector

Para el gremio constructor, los volúmenes de actividad recientes pueden ser considerados como históricamente altos. De acuerdo con el presidente encargado, luego del fenómeno crítico de la pandemia, el sector trabajó de forma vehemente en la reactivación, algo que permitió un salto cuantitativo en las preventas de vivienda y el lanzamiento de nuevos proyectos.

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No obstante, esta historia corresponde al año 2021 y la primera mitad del presente año, ya que posterior a la entrada del Gobierno actual, se dio un proceso de endurecimiento de las condiciones económicas en general, pues se incrementaron las tasas de interés y se agudizaron los costos.

A la espera de las políticas públicas

“Veníamos de niveles de comercialización, en términos anuales, por debajo de las 200 mil unidades de vivienda prevendidas año tras año, un volumen favorable. Al salir de la pandemia, dimos el salto, explicado en su esencia, por la vivienda social, y es que en esos dos años, gracias a las acciones del Gobierno anterior, se pasó de otorgar de alrededor de 30 mil subsidios, a más de 70 mil”, explicó Chirivi Bonilla.

El ejecutivo aseguró que el gremio se encuentra a la espera de los factores de política pública que resultarían fundamentales para impulsar el sector de la construcción, entre ellos, la definición de los programas de vivienda y los subsidios que se les puedan incorporar al mercado.

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Mi Casa Ya

Chirivi Bonilla, aseguró que el Gobierno Nacional, luego de analizar el programa de Mi Casa Ya, entendió que este poseía una lógica de ejecución importante, sin embargo, se planteó la idea de ampliar el rango de focalización y la accesibilidad en relación con la ubicación espacial.

“Más allá de lo ques defina, el gran problema de Mi Casa Ya, será la financiación, ya que este programa requiere de $2,2 billones a 2,5 billones al año para su ejecución y así lograr entre 85 mil y 100 mil subsidios anualmente”, apuntó el presidente encargado, explicando que estos números son los estimados por Camacol.

Edwin Chirivi ejerce como vicepresidente técnico de Camacol desde hace 5 años. Fue designado por la junta directiva del gremio, como presidente encargado tras la renuncia de Sandra Forero, quien estuvo al frente de la entidad durante los últimos 12 años.