La acción para derrumbar la estructura, encabezada por Quintero, no ha terminado y se extenderá, pues la torre de ascensores no cayó en el momento de la implosión.

No obstante, las autoridades a cargo, incluido el mandatario, dieron un balance positivo y justo fue ahí que el alcalde hizo, con un tono de nostalgia y dolor,  la comparación y mención al fallecido jefe del cartel de Medellín, cuya fortuna quedó en varias manos.

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“Es dramático ver caer un edificio, no es algo que uno quiera como alcalde, uno no se elige como alcalde para tener que tumbar cosas, y tumbarlas con explosivos. Los que vivimos tiempos de Pablo Escobar todavía recordamos las bombas que ponían en los edificios y para nosotros eso es símbolo de muerte, de tragedia, pero yo quiero representar en esta caída, por el contrario, un símbolo de vida, de esperanza sobre el futuro de Antioquia y de Colombia”, dijo Quintero Calle.

Sus palabras completas se puede escuchar desde el tiempo 2:01:40 del siguiente video de Facebook de la Alcaldía de Medellín, con el en vivo completo de la implosión del Continental Towers.

Continental Towers, de Medellín, estaba que se caía antes de implosión

En su balance, el alcalde de la capital antioqueña también dio detalles de lo que estaba pasando con la estructura antes de que fuera derrumbada con explosivos y reiteró que los problemas en esa unidad fueron culpa de la corrupción, pues hubo alertas de lo que podía suceder y las fallas que presentaría la construcción.

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“Todo esto que pasó es porque se pasó por encima de la voz de los ingenieros, que dieron sus alarmas, sus alertas, pero en ese tiempo los políticos y financieros eran los que gobernaban las decisiones técnicas. […] Quiero celebrar los aprendizajes que nos ha dejado esto: hoy la ingeniería antioqueña es más fuerte, […] la ingeniería de nuestra ciudad ha permitido, entre otras, detectar que este edificio estaba a punto de caerse”, explicó Daniel Quintero, y puntualizó:

“En el marco de la operación de implosión de esta unidad, pasaron cosas increíbles como, por ejemplo, que ya el edificio, con operarios adrento, empezó a girar, a dar vueltas. Se hacían perforaciones y, al otro día, la perforación en la columna estaba desaparecida porque la columna estaba implosionando internamente, estaba derribándose ella misma. Esto era cuestión de horas: o lo tumbábamos nosotros o se caía solo”.