La espera terminó para Andrés Felipe Ballesteros y su familia. Luego de ocho años de lucha para demostrar su inocencia en Tanzania, la familia logró reunirse tras su llegada a Colombia desde Tanzania, donde se encontraba encarcelado injustamente por tráfico de drogas. El pasado 20 de octubre, un juez del país africano lo declaró oficialmente en libertad y el 21 de ese mismo mes llegó al país tras hacer escala en Ámsterdam.

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Juan Carlos Ballesteros, hermano del hombre injustamente encarcelado, confirmó mediante su cuenta de Twitter que su hermano llegó a territorio colombiano después de su salida a Tanzania en 2014. “Un rescate heroico con miles de personas protagonistas en un bello acto de amor y solidaridad. La vida está cambiando en Colombia”, afirmó mediante un trino.

Andrés Felipe había viajado a Tanzania para celebrar su cumpleaños cuando fue encarcelado después de su aterrizaje en territorio africano. Desde agosto de 2014 permaneció preso hasta que se logró un acuerdo con la Fiscalía tanzana. US $ 25.000 de fianza fue lo que debió pagar la familia Ballesteros para que la justicia tanzana lo dejara en libertad.

Esto se logró gracias a las gestiones que realizaron los ministerios de Relaciones Exteriores y de Justicia. En 2017, lograron que la jueza del caso revisara el proceso de narcotráfico en el que se encontraba el colombiano. Tras la revisión, una corte del país africano suspendió el trámite, ya que el traductor no tenía certificado. Dos años después, esa misma corte desestimó los argumentos de la Fiscalía para acusarlo.

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El hermano de Andrés Felipe Ballesteros aseguró en entrevista con El Espectador hace unas semanas que ya se encontraban recogiendo el dinero para poder pagar la millonaria fianza exigida por la Fiscalía de Tanzania. “Estamos consiguiendo US $ 25.000 para que la próxima semana estén en la cuenta de la Fiscalía. Tenemos hasta el domingo. Vamos en $ 40 millones. Por eso pedimos a todas las personas que nos ven que nos colaboren. Nosotros podríamos tener ese dinero en ocho años, pero hemos vendido nuestras propiedades para poder subsidiar su prisión”, afirmó.

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El colombiano logró el acuerdo tras ocho años de prisión en unas condiciones que no eran aptas para la salud de los presos. Dentro de la cárcel africana estuvo expuesto a enfermedades mortales como la tuberculosis y la malaria, esta última la tuvo que padecer privado de la libertad por lo menos en cinco ocasiones diferentes.

La fianza se pactó luego de que la cónsul en Kenia, Mónica de Greiff, y varios miembros del gobierno intercedieran por la libertad de Ballesteros. Ahora, tras 8 años de espera y el pago de más de $ 115 millones de fianza recogidos a través de una colecta organizada por uno de sus amigos, el colombiano logró regresar a su país y volver a abrazar a su familia.

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