Andrés Felipe Ballesteros, un colombiano que fue encarcelado injustamente por tráfico de drogas en Tanzania, se encuentra en camino a Colombia después de que un juez del país africano legalizara su libertad.

Ballesteros fue capturado en 2014 cuando al aterrizar en un aeropuerto del país las autoridades lo obligaron a aceptar que traía un kilo de cocaína. Tras ocho años de tratar de probar su inocencia, el colombiano logró pagar los US$25.000 de fianza que le exigía la fiscalía tanzana después de un acuerdo entre los dos gobiernos.

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Hace unas semanas, Juan Carlos Ballesteros, hermano de Andrés Felipe, había asegurado en entrevista con El Espectador que estaban en el proceso de conseguir el dinero necesario para pagar la fianza de su hermano.

“Estamos consiguiendo US$25.000 para que la próxima semana estén en la cuenta de la Fiscalía. Tenemos hasta el domingo. Vamos en $40 millones. Por eso pedimos a todas las personas que nos ven que nos colaboren. Nosotros podríamos tener ese dinero en ocho años, pero hemos vendido nuestras propiedades para poder subsidiar su prisión”, dijo.

La libertad de Ballesteros se logró luego de que la fiscalía tanzana le ofreciera al colombiano que podía recuperar su libertad si pagaba la millonaria fianza. En caso de no hacerlo, debería pasar 20 años en prisión en el país africano. La fiscalía le había dado el 9 de octubre de 2022 para pagar lo que serían más de COP$115 millones, los cuales finalmente fueron pagados gracias a su familia y a la ayuda recibida por parte de una colecta.

Drama de colombiano preso en Tanzania

El caso de Andrés Felipe Ballesteros comenzó en agosto de 2014, cuando por la celebración de su cumpleaños emprendió un viaje basado en los que realizaba su hermano. Ballesteros se decantó por Tanzania buscando sus paisajes y playas, pero lo que terminó encontrando fue una prisión en condiciones peligrosas para la salud. Allí, durante los ocho años que permaneció preso, estuvo expuesto a la tuberculosis y a la malaria, enfermedad que padeció al menos cinco veces.

Las gestiones de los ministerios de Relaciones Exteriores y de Justicia dieron frutos en el 2017, cuando se logró que la jueza del caso revisara el expediente de Ballesteros. En ese momento, una corte de Tanzania consideró que el trámite se debía suspender una semana, ya que el traductor no tenía certificado. El proceso se suspendió dos años hasta que en 2019 la corte afirmó que la Fiscalía no tenía pruebas para acusar al colombiano.

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Finalmente, la cónsul en Kenia, Mónica de Greiff, y varios miembros del Gobierno, lograron un acuerdo con la Fiscalía para negociar la libertad de Ballesteros. Ahora, tras el trabajo de su familia, amigos y el apoyo a la colecta que estaba manejada por el periodista, Andrés Felipe Giraldo, Ballesteros emprenderá el viaje a Colombia para reencontrarse con su familia tras sus años en prisión. El hombre llegará al país el sábado 22 de octubre de 2022 después de hacer escala en la ciudad de Ámsterdam.