Morales narró en Noticias Caracol que llevaba cerca de 15 días colaborando con los preparativos del crucero Celebrity, que zarparía con pasajeros a mediados de abril, pero un contagio masivo de COVID-19 arruinó los planes.

“Fui a trabajar y me sentía mal”, explicó el hombre, y dijo que el capitán del barco ya había advertido sobre siete casos positivos de la enfermedad, a finales de marzo.

Fue por eso que Morales consultó con uno de sus supervisores y acudió en busca de ayuda médica, pero terminó 8 días hospitalizado en una clínica en Francia. Allí, de acuerdo con el noticiero, “debido a su hipertensión, uno de sus pulmones falló tras contagiarse con el virus”.

“Ya no podía respirar”, comentó el hombre, y dijo que una vez se recuperó tuvo que volver al crucero para pasar allí la cuarentena.

Pero Morales tuvo la fortuna de adquirir cupo en un vuelo humanitario que lo trajo a Colombia junto con cerca de 200 compatriotas, y al aterrizar en Bogotá le tocó cumplir con otros días de aislamiento obligatorio.

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El hombre salió airoso de esta enfermedad y ahora afronta una tercera cuarentena en un apartamento en su tierra natal. Si bien Morales no se explica en qué momento se contagió, lo que sí tiene claro es que en ese crucero nadie cumplía los protocolos de seguridad para prevenir un contagio.

“El barco tenía puerta abierta para trabajadores de ahí y gente de afuera, y nos contagiamos casi 220 personas”, puntualizó.

Y es que según un estudio del grupo BMJ publicado en la revista Thorax, y que recoge Efe, gracias a un experimento de laboratorio que se hizo en un barco que partió de Ushuaia (Argentina) rumbo a la Antártida, a mediados de marzo, se encontró que la prevalencia de “infección silenciosa” y sin síntomas por el actual coronavirus puede ser mucho más alta de lo que se pensaba.

Esto, porque de los pasajeros que dieron positivo en los test, el 81 por ciento no presentó síntomas y pudo esparcir el virus dentro de la embarcación.

Este es el relato del colombiano: