El medicamento ruso contra el coronavirus se llama Avifavir —elaborado a partir del japonés Avigan—, por el cual ya han hecho solicitud de compra más de 50 países del mundo.
“Avifavir ya fue comprado no solo por los vecinos de Rusia, Bielorrusia y Kazajstán, sino también por Colombia, Brasil, Bulgaria, México, Arabia Saudita, Perú y muchos otros países que presentaron solicitudes de compra, escribió este martes Dmítriyev en Newsweek, situando a Colombia como primero de su lista de naciones que compran el medicamento ruso en esta parte del mundo.
Esta información se conoce en momentos en que en Colombia el Gobierno Nacional desaconseja el uso de la Ivermectina para tratar el COVID-19, como lo promueve con vehemencia el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, médico de profesión. También, cuando en el mundo se debate sobre el uso del Remdesivir, defendido, entre otros, por Donald Trump, al punto de que EE.UU. compró casi toda la existencia mundial de ese fármaco para combatir el coronavirus.
BBC Mundo reportó a finales de la semana pasada que el fármaco a partir del cual se había desarrollado el Avifavir es el Favipiravir, del que escribió: “Es un medicamento japonés usado contra la influenza, aunque algunos expertos sostienen que no hay pruebas concluyentes sobre su efectividad para combatir la COVID-19”.
Así, la promoción de marcas y el afán mundial por hacerle frente a la pandemia se confunden en una competencia en la que es borrosa la frontera entre los fines de la salud pública y los de las farmacéuticas.
En su artículo de Newsweek, Dmítriyev sostiene, sin embargo, que cuando se trata de tratamiento, “el enfoque debe estar en los antivirales disponibles porque evitan que las infecciones tempranas y moderadas de COVID-19 se conviertan en casos graves. Si bien también hemos invertido en medicamentos para casos severos de COVID-19 basados en plasma y en medicamentos que derrotan las tormentas de citoquinas, nos hemos concentrado en antivirales probados que creemos que tendrán el mayor impacto en detener la progresión de la enfermedad”.
También escribe que, en sus ensayos clínicos, que inscribieron 330 pacientes, “más del 60 por ciento de los que tomaron Avifavir dieron negativo para coronavirus en el quinto día de tratamiento, el doble que en el grupo de terapia estándar. La eliminación media del virus tardó 4 días con Avifavir, en comparación con 9 días con la terapia estándar, reduciendo así el tiempo que los pacientes son infecciosos y la duración de su hospitalización”.
Hasta ahora, se había dicho que Brasil era uno de los países latinoamericanos que habían comprado el Avifavir, sin que hubiera un reconocimiento oficial al respecto.
El único gobierno latinoamericano que ha admitido que busca comprar el Avifavir es el mexicano. El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo este lunes en rueda de prensa que buscará la comunicación con Rusia para adquirir el fármaco, después de que el gobierno de Vladimir Putin lo aprobara y ofreciera su ayuda a Latinoamérica para combatir la pandemia.
“Para enfrentar el virus, estamos abiertos a participar con cualquier país en este tema, en todos, pero más en algo que tiene que ver con la salud de nuestro pueblo. De modo que el ofrecimiento del gobierno ruso lo tomamos con gusto”, dijo López Obrador, citado por Forbes México.
Colombia, a la que se refirió en primera instancia Dmítriyev en su artículo de Newsweek, no ha dado a conocer pública y oficialmente que esté intentando comprar o haya comprado ya el medicamento ruso.
El Avifavir recibió a finales de mayo el certificado de registro del ministerio de Salud de Rusia y se convirtió en el primer medicamento contra el SARS-CoV-2 en el mundo que contiene el ingrediente activo favipiravir, informó RT, y agregó que el 3 de junio el fármaco se incluyó en la lista oficial de pautas para la prevención, diagnóstico y tratamiento del covid-19 en ese país.
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