Por lo menos eso detalló Semana en un confidencial que tituló: “¿Usted no sabe quién soy yo? Lo que está pasando para poder ingresar a la Cámara”, aunque no dio los nombres de los involucrados.

Teniendo en cuenta que varios de los representantes son nuevos y sus caras no son tan conocidas, a algunos les están pidiendo su credencial, aseguró la revista.

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La labor, dice la publicación, está a cargo de “dos policías y funcionarios” que se encuentran en la entrada del salón y tienen como obligación solo dejar ingresar a los legisladores.

“Aunque muchos están recién llegados, han dado muestras de su malestar por no ser reconocidos”, se lee en la información, donde también se da a entender que, ante la solicitud, algunos congresistas han sido groseros y uno hasta respondió con la famosa frase: “¿Usted no sabe quién soy yo?”.

Por eso mismo, según el medio, el presidente de la Cámara, David Racero, “les pidió dejar la grosería” con las personas que están cumpliendo con su labor.

Molestias en el Congreso por nuevas medidas

Lo de la credencial no es lo único que estaría incomodando a ciertos legisladores en la Cámara de Representantes, también un tema sobre sus salarios y los almuerzos.

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Y es que el presidente de la Cámara ya ha dicho que está firme con la reducción del salario de los congresistas, así otros no lo apoyen.

Igualmente, se mostró a favor de acabar con “la sinvergüencería” en el recinto, al punto que confirmó que no les gastará almuerzo a sus colegas.

Todo eso a raíz de, entre otras cosas, el congresista que causó sorpresa al decir: “Nunca había aguantado tanta hambre”, cuando hablaba de su sueldo, que no le pagaban horas extras, sus gastos y otros detalles.