El supuesto robo del que fue víctima Laura Sarabia, quien fuera jefe de Despacho de la Casa de Nariño, dio un giro inesperado con el testimonio de un testigo que salpica también al actual mandatario.

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Según la versión anónima conocida por Semana, el dinero que le habrían hurtado a Sarabia era del presidente Gustavo Petro y, de hecho, sería una suma superior a la que se había dado al inicio pues, de acuerdo con el testigo, eran “5 maletas y 3.000 millones de pesos”.

Testigo en caso Sarabia: coronel Dávila temió ser descubierto

El coronel estaría implicado en la investigación ilegal que derivó en la prueba de polígrafo a la que fue sometida Marelbys Meza, exniñera del hijo de Sarabia, y de varios funcionarios y escoltas de Sarabia.

El testigo habría tenido contactos continuos con Dávila y él le comentó que no actuó solo, sino que el coronel Carlos Feria, jefe de Casa Militar de la Presidencia, sería quien le ordenó ponerse al frente de la recuperación del dinero perdido en casa de Sarabia.

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Una de las pistas que coincidiría con la versión del testigo serían las cámaras de seguridad del edificio donde vive Laura Sarabia. El anónimo afirmó que el coronel Dávila le dijo que todo habría quedado registrado en video, haciendo alusión a la manera en la que “ingresaban y salían las maletas”.

Pero Dávila habría sido presa de los nervios antes de su fallecimiento, puesto que habría afirmado que estaba bastante preocupado:

“La angustia que él tenía era que ya se estaban empezando a saber cositas y todo iba a empezar a desencadenarse directamente sobre él. Finalmente el que realizó la mayoría de las cosas fue él, pero a él no lo contactaron directamente, lo contacta el coronel Feria”, expresó el testigo.

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Luego de que se destaparan las chuzadas por el caso, el coronel Dávila volvió a estar sometido a presiones:

“A él ya lo empiezan a presionar en que hay que mantenerse. Él tenía la presión de todo lo que había hecho. El temor era a que las personas que sabían en algún momento lo nombraran, por ejemplo, un patrullero, un intendente o cualquiera de los que está declarando. Todo iba a llegar a él y, desde arriba, ya lo estaban dejando completamente solo”, dice el testimonio.

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Como se sabía que iba a estar en la palestra pública, desde el Gobierno se habría ordenado que su defensor fuera el abogado Miguel Ángel del Río, profesional que habría anunciado que su cliente había sido víctima de amenazas por sus declaraciones.

Finalmente, el testigo dijo que Dávila llegó a un estado de presión en el que “mencionó que hasta se le había pasado por la cabeza atentar contra su vida”. Efectivamente, el coronel fue encontrado sin vida en su vehículo el pasado viernes.