La víctima fue identificada como Cristian Lagos, un carpintero de oficio, y sus familiares contaron en Noticias Caracol que cuando fueron a reclamarlo, el lunes,  para darle sepultura el cuerpo no apareció en el centro asistencial.

Una hija de Lagos comentó, en el noticiero, que su padre sufrió una afectación cardíaca el viernes en la tarde y que aunque en el hospital trataron de reanimarlo finalmente murió, y que cuando se acercó a hacer el trámite la información que le dieron es que había que hacerle una prueba de COVID-19 debido a que era sospechoso por problemas respiratorios.

Salió el jefe de seguridad del hospital y nos manifiesta que había un error en un rótulo. Entonces, que tuviéramos paciencia y siguiéramos esperando. Luego tuvieron que desembalar todos los cuerpos y constatar que en el hospital no había ningún hombre, solo cuerpos de tres mujeres”, indicó María Alejandra Sarmiento, hija del paciente, en el informativo.

La mujer asegura que fueron los trabajadores de una funeraria los que se percataron del cambio de cuerpos, y dice que el drama ahora es mayor ya que no hay certeza sobre si el cuerpo fue enterrado, cremado o entregado a otra familia.

“Nos dijeron es que lo más probable es que se hayan confundido, porque el viernes murió una señora que sí era caso de COVID-19 confirmado, de nombre Cristina; lo más probable es que la familia de Cristina tenga el cuerpo de nuestro ser querido”, afirmó la denunciante, en el noticiero.

Al respecto, la Subred de Salud Occidente emitió un comunicado en el que “lamenta profundamente” la situación y asegura que les brindó acompañamiento a las familias afectadas “con el fin de aclarar los hechos”.

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Este caso se conoce en medio de las constantes denuncias de familiares que advierten sobre confusión en la entrega de cuerpos en clínicas del país, y la más reciente ocurrió en Atlántico en donde una enfermera aseguró, en CM& Noticias, que le entregaron el cuerpo de un hombre que no era su padre.

Le digo enseguida al muchacho: ‘¡Ese no es mi papá!’. Me dice enseguida: ‘claro, ese es su papá y ese es el que tiene que llevar’”, detalló Karina Sequeda, la mujer que recibió el cuerpo rotulado de su abuelo, don Manuel Sequeda Hernández.