El uniformado justificó a su modo la operación que se llevó a cabo el 2 de marzo de 2021, en la que murió Danna Mantilla, de 16 años y cuyo cuerpo fue entregado a sus familiares sin una pierna y sin una mano.
De hecho, Medicina Legal no descarta que otros jóvenes hayan fallecido en en el bombardeo, pues Diego Molano, ministro de Defensa, anunció que más menores se encontraban en el escenario de los hechos.
En consecuencia, el general Jorge Hoyos emitió su propia argumentación en declaraciones a Caracol Radio, donde explicó cómo se debería catalogar a los menores caídos.
“Los integrantes que hacían parte de esa estructura armada se encontraban participando directamente de las hostilidades ahí en ese punto. Por tal motivo, pues todos los menores que se puedan encontrar en ese sentido son combatientes, ahí no es de menores, sino que son combatientes armados”, señaló.
Estas palabras se unen a las del propio Mindefensa, que aseguró que los infantes reclutados por grupos al margen de la ley son “máquinas de guerra“.
Pero ese punto de vista contradice lo que plantean al respecto los defensores de Derechos Humanos y algunos analistas de Derecho Internacional Humanitario (DIH), para quienes los menores en el conflicto no se pueden ver de esa manera, sino como víctimas de los grupos armados que los reclutan.
El ataque tenía como blanco un campamento del cabecilla disidente de las Farc ‘Gentil Duarte’, lugar en el que fueron encontrados elementos como armamento, material de intendencia y hasta botellas de whisky, agregó Caracol Radio.
Las autoridades contemplan la posibilidad de que entre los muertos también se encuentre personal de nacionalidad venezolana, pues no todas las identidades se han podido comprobar.
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