Mientras se espera el dictamen definitivo de Medicina Legal sobre los cadáveres recuperados en la zona para saber si es cierto que se trata de menores de edad, como denunció el periodista Hollman Morris, el padre de la niña dijo a El Tiempo que ya le entregaron los restos de su hija en la morgue de Villavicencio.
Jhon Albert Montilla relató a ese medio que fue a recoger el cuerpo de la pequeña de 16 años para regresarlo a San José del Guaviare, donde vivió hasta diciembre del año pasado, momento en el que desapareció.
Según él, su familia sospechaba que se había escapado con un novio a trabajar. Aunque reconoce que el reclutamiento forzoso “se ha vuelto común” en la región, dice que nunca pensó que fuera a pasarle con su hija.
Eso hasta que le avisaron que habían identificado a Danna Lizeth entre los cadáveres de los supuestos disidentes de las Farc bombardeados en Guaviare. “Me dijeron que la niña está sin la mano derecha y sin una pierna, y así me entregaron el cuerpo”, contó al mismo diario.
El padre de familia también dijo que los campesinos viven bajo constantes amenazas de ser colaboradores de la guerrilla, cuando en realidad son sus víctimas.
Por eso, no ocultó su indignación por las palabras del ministro de Defensa, Diego Molano, que no dudó en decir que los niños reclutados se pueden considerar “máquinas de guerra”.
“Al ministro de Defensa se le convirtieron niños de 13, 14 y 16 años en máquinas de guerra”, lamentó Montilla. “Muy triste que un niño sea visto en esas condiciones. Es muy triste que a los chicos los llamen así”, concluyó.
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