El bajo puente de la calle 53 con carrera 30, recordado por la presencia de habitantes de calle, la constante inseguridad y un penetrante olor a orines, ha sido completamente renovado. Esta metamorfosis no es solo estética, sino profundamente social, beneficiando directamente a miles de ciudadanos.
La iniciativa, enmarcada en el proyecto ‘Puentes que unen’ de la Alcaldía Mayor y el Dadep, no solo dignifica el sector, sino que devuelve un trozo de ciudad a los habitantes de barrios circundantes como Galerías, Nicolás de Federmán y Belalcázar, demostrando el potencial que tiene la recuperación del espacio público para mejorar la calidad de vida urbana.
La novedad más destacada de este bajo puente reside en la inesperada oferta de servicios que alberga. Lejos de ser un simple paso vehicular, el espacio ahora cuenta con un salón multipropósito para actividades comunitarias y dos locales comerciales que lo hacen el único en su tipo en la capital. Entre ellos, se destaca una cafetería, con mesas dispuestas en el exterior, que invita a la pausa y a la interacción vecinal, y una barbería que atrae a clientes de todo el sector. Además, la adición de baños públicos adecuados resuelve una necesidad básica del espacio público, consolidando el lugar como un punto de estancia y no solo de tránsito.
La estructura ahora está dominada por un patrón geométrico de colores vivos—naranja, amarillo, rojo y azul—que infunde energía y vida al entorno. Más allá del color, las columnas y soportes del puente se han convertido en lienzos monumentales, albergando murales detallados que capturan la biodiversidad y la historia: se aprecian guacamayas, medusas, flores y retratos de personajes históricos.
El proyecto ‘Puentes que unen’ espera beneficiar a 17 puentes más de Bogotá, para dar una solución a los focos de inseguridad y abandono. Al dotar estos espacios residuales de arte, comercio y utilidad social, la Alcaldía no solo ha logrado erradicar prácticas indeseables, sino que ha impulsado un sentido de pertenencia y apropiación ciudadana.
¿Cuántos puentes vehiculares hay en Bogotá?
La capital colombiana, un epicentro de constante flujo vehicular y peatonal, se apoya en una extensa red de infraestructura elevada para garantizar la movilidad. Bogotá alberga una impresionante cifra de más de 1050 puentes, según datos recientes proporcionados por la Alcaldía Mayor. Esta vasta red es un testimonio de la complejidad logística y urbanística que implica mantener operativa a una metrópolis de su tamaño, sirviendo como arterias vitales para conectar distintos puntos de la ciudad y superar obstáculos geográficos y de tráfico.
Al desglosar esta cifra total, se evidencia el equilibrio entre la prioridad del tránsito y la seguridad de los ciudadanos. De los más de mil cruces aéreos, 442 corresponden específicamente a puentes vehiculares, estructuras cruciales para la fluidez del transporte masivo y particular. Sin embargo, el componente más numeroso lo constituyen los 608 puentes peatonales, lo que subraya un énfasis de la administración en facilitar cruces seguros para los caminantes y ciclistas, separándolos del riesgo inherente del tráfico automotor.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO