En la Estación de Policía de Bosa, en el sur de Bogotá, hay tres celdas adecuadas para máximo 40 personas. En el lugar están hacinados 241 privados de la libertad. Duermen en colchonetas, en el piso o en cobijas que convierten en hamacas. Foto: Mauricio Alvarado Lozada
En la Estación de Policía de Bosa, en el sur de Bogotá, hay tres celdas adecuadas para máximo 40 personas. En el lugar están hacinados 241 privados de la libertad. Duermen en colchonetas, en el piso o en cobijas que convierten en hamacas. Foto: Mauricio Alvarado Lozada
Aunque no tienen espacios para resocialización, los mismos privados de la libertad hacen manualidades con origami o tallan con sus propias manos juegos de parqués. Cuando reciben visitas los familiares se llevan esos productos para venderlos y apoyar económicamente en sus hogares.  Foto: Mauricio Alvarado Lozada
Aunque no tienen espacios para resocialización, los mismos privados de la libertad hacen manualidades con origami o tallan con sus propias manos juegos de parqués. Cuando reciben visitas los familiares se llevan esos productos para venderlos y apoyar económicamente en sus hogares.  Foto: Mauricio Alvarado Lozada
La crisis de hacinamiento, aunque es notable, no es el único problema que padecen los privados de libertad. Denunciaron poca celeridad en sus proceso judiciales, reciben visitas cada cuatro meses, no les permiten hacer llamadas telefónicas y no tienen espacio para tomar el sol porque las estaciones no cuentan con esos lugares. Foto: Mauricio Alvarado Lozada
La crisis de hacinamiento, aunque es notable, no es el único problema que padecen los privados de libertad. Denunciaron poca celeridad en sus proceso judiciales, reciben visitas cada cuatro meses, no les permiten hacer llamadas telefónicas y no tienen espacio para tomar el sol porque las estaciones no cuentan con esos lugares. Foto: Mauricio Alvarado Lozada
El hacinamiento en las estaciones de Policía es una bomba de tiempo para los privados de la libertad como para los uniformados que los custodian. En la inspección judicial que realizó el magistrado Jorge Enrique Ibáñez, los comandantes de las estaciones de Policía coincidieron en que los miembros de la institución no están capacitados para cuidar de población carcelaria. Foto: Mauricio Alvarado Lozada
El hacinamiento en las estaciones de Policía es una bomba de tiempo para los privados de la libertad como para los uniformados que los custodian. En la inspección judicial que realizó el magistrado Jorge Enrique Ibáñez, los comandantes de las estaciones de Policía coincidieron en que los miembros de la institución no están capacitados para cuidar de población carcelaria. Foto: Mauricio Alvarado Lozada
Las estaciones de policía albergan desde sindicados, personas con procesos judiciales vigentes, hasta condenados. Estos últimos son responsabilidad del Inpec, pero por lo general la entidad no suele tener cupos en las principales cárceles del país por lo que un traslado de un recluso puede demorar entre ocho meses a tres años. Foto: Mauricio Alvarado Lozada
Las estaciones de policía albergan desde sindicados, personas con procesos judiciales vigentes, hasta condenados. Estos últimos son responsabilidad del Inpec, pero por lo general la entidad no suele tener cupos en las principales cárceles del país por lo que un traslado de un recluso puede demorar entre ocho meses a tres años. Foto: Mauricio Alvarado Lozada
En la Estación de Policía de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, hay más de 200 personas recluidas. Han tenido brotes respiratorios y hasta de varicela. Los privados de la libertad denunciaron que, en muchas ocasiones, no tienen servicio médico y la alimentación que reciben tres veces al día llega en mal estado.  Foto: Mauricio Alvarado Lozada
En la Estación de Policía de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, hay más de 200 personas recluidas. Han tenido brotes respiratorios y hasta de varicela. Los privados de la libertad denunciaron que, en muchas ocasiones, no tienen servicio médico y la alimentación que reciben tres veces al día llega en mal estado.  Foto: Mauricio Alvarado Lozada
En abril del año pasado, la Corte Constitucional declaró un estado de cosas inconstitucional en los centros de detención transitorio. Es decir, dijo el Estado debía superar la vulneración masiva de derechos de la población carcelaria. Como seguimiento a esa sentencia, el alto tribunal visitará varios centros de detención transitorios en el territorio nacional. Foto: Mauricio Alvarado Lozada
En abril del año pasado, la Corte Constitucional declaró un estado de cosas inconstitucional en los centros de detención transitorio. Es decir, dijo el Estado debía superar la vulneración masiva de derechos de la población carcelaria. Como seguimiento a esa sentencia, el alto tribunal visitará varios centros de detención transitorios en el territorio nacional. Foto: Mauricio Alvarado Lozada
En la Estación de Policía de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, hay más de 200 personas recluidas. Han tenido brotes respiratorios y hasta de varicela. Los privados de la libertad denunciaron que, en muchas ocasiones, no tienen servicio médico y la alimentación que reciben tres veces al día llega en mal estado.  Foto: Mauricio Alvarado Lozada
En la Estación de Policía de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, hay más de 200 personas recluidas. Han tenido brotes respiratorios y hasta de varicela. Los privados de la libertad denunciaron que, en muchas ocasiones, no tienen servicio médico y la alimentación que reciben tres veces al día llega en mal estado.  Foto: Mauricio Alvarado Lozada