No pagar la extorsión se está convirtiendo en un peligro de ruina para los comerciantes de Barranquilla, cuyos negocios están en la zona de influencia de la banda ‘los Costeños’.

Una serie de denuncias conocidas por el Gaula, da cuenta de la manera en que estos criminales van escalando su nivel de violencia a medida que incrementan las exigencias contra la comunidad.

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En algunos sectores del centro de Barranquilla y los vecindarios San Roque, Chiquinquirá y Barrio Montes, los comerciantes deben pagar sumas semanales que van de $ 100.000 a $ 10 millones, de acuerdo con las características de su negocio.

Un investigador del Gaula le contó a El Colombiano que los cobros comienzan con panfletos que le llegan al comerciante a su local o por un mensaje de WhatsApp.

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Si el amenazado se resiste a pagar, los delincuentes arriban de madrugada al establecimiento, salpican su fachada con gasolina y le prenden fuego, tal cual se ve en videos recopilados como evidencia.

En algunos casos la situación llega a tales extremos, que los sicarios de “los Costeños” irrumpen en los locales y de manera aleatoria les disparan a los presentes. El propósito es ahuyentar a la clientela para causarle perjuicios económicos al comerciante; en ciertos episodios han habido muertos por esta práctica.

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En respuesta, el Gaula realizó una operación en los últimos días, que terminó con la captura de 16 integrantes del grupo. Esta célula recibía órdenes de dos cabecillas que están encarcelados, según la Policía, Carlos Ortiz Blanco (“Cachete”) y Jairo Sáenz Zambrano (“Jota Jota”).

El coronel Elver Sanabria, subdirector del Gaula, indicó que tras las audiencias de control de garantías, un juez los mandó a prisión por concierto para delinquir, extorsión, tráfico de armas y narcotráfico.