El 3 de mayo de 2025 se presentó un secuestro en el corregimiento de Potrerito, área rural de Jamundí, Valle del Cauca, donde un niño de 11 años fue raptado de su vivienda por un grupo de hombres encapuchados. Este hecho ha desatado gran preocupación tanto en el departamento como en el resto de Colombia, no solo por la agresividad con la que fue cometido, sino también por el riesgo al que quedó expuesta toda la familia del pequeño, según informó El Tiempo.
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De acuerdo con los registros de cámaras de seguridad, el secuestro ocurrió a las 7:33 de la noche. Cinco hombres vestidos de negro y con los rostros cubiertos irrumpieron violentamente en la casa, donde se encontraban varias mujeres y niños, y obligaron a los presentes a entregar al menor. Los videos revelan la tensión: los delincuentes intimidaron a los adultos con armas de fuego, dispararon dentro de la cocina y exigieron sin piedad la entrega del niño, como se mencionó en el impreso.
En las grabaciones se observa que, tras los disparos y las amenazas, el menor sale con las manos en alto mientras uno de los encapuchados le ordena apresurarse y le pone una prenda para cubrirle el rostro. En otro piso de la misma vivienda, se ve a un hombre saliendo de una habitación con un bebé en brazos, mientras los secuestradores revisan los cuartos, según el periódico.
Ante el temor que alguien fuera impactado por un disparo, las mujeres corrieron buscando protección, pero fue una de ellas, vestida de naranja, quien recibió las peores intimidaciones y tuvo que clamar porque le respetaran su vida: “Estoy haciendo la comida, vea. Yo soy una empleada”.
De inmediato, los delincuentes reaccionaron más agresivamente con la mujer pidiéndole que entregara al menor: “Que salga el muchacho, el pelaito, dónde está el pelao, dígale que salga. No se haga matar”.
De cuánto es la recompensa por el secuestro de niño en Jamundí, Valle del Cauca
La respuesta de las autoridades escaló hasta el ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien condenó el secuestro y señaló que los presuntos autores serían miembros de la estructura criminal “Jaime Martínez”, grupo que hace parte de las disidencias de las Farc. Velásquez anunció una recompensa de 200 millones de pesos por información que permita ubicar al menor y recuperar su libertad.
El General Carlos Germán Oviedo Lamprea, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, explicó que la niñera que también fue retenida durante el ataque fue encontrada después en zona urbana de Jamundí, y su testimonio ha sido determinante en la investigación. Igualmente, se confirmó que las autoridades presumen que el niño podría encontrarse en Villa Colombia, región cercana a donde fue hallada la empleada, de acuerdo con el citado diario.
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Paralelo a las labores de búsqueda, la Fiscalía General de la Nación comenzó una investigación formal y se están revisando en detalle las cámaras de vigilancia, además de efectuar labores de inteligencia y trabajo conjunto entre Ejército y Policía para dar con el paradero del niño. Las autoridades también investigan si el secuestro apuntaba originalmente al padre del menor, aunque esto sigue en proceso de esclarecimiento.
La comunidad en Jamundí y Cali han organizado marchas y manifestaciones públicas pidiendo la pronta liberación del niño y el esclarecimiento de los hecho.
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