El reciente asesinato reportado por medios fue el de Leonedis Sierra Ortiz, de 25 años de edad, integrante de la Junta de Acción Comunal de San Agustín Bajo, corregimiento de El Guáimaro, en Tarazá.

De acuerdo con Análisis Urbano, hombres armados atacaron al joven en la madrugada de este lunes festivo (2 de julio), y aunque lo alcanzaron a trasladar a un hospital horas después se confirmó su fallecimiento.

Blu Radio agregó que a Sierra le dispararon cuando departía con varios amigos.

El otro asesinato que también despertó el rechazo de la comunidad antioqueña se registró en la noche de este domingo, en San Pedro de Urabá, y la víctima fue la hija de un defensor de derechos humanos de la organización Ascoba (Asociación de Consejos Comunitarios y Organizaciones del Bajo Atrato), de acuerdo con la emisora.

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En redes sociales se dice que la mujer era hija de Jesús Antonio Palomeque, un líder que al parecer cuenta con protección de la UNP.

Blu Radio recogió la declaración de Óscar Yesid Zapata, integrante de la Coordinación Colombia- Europa-EEUU y del proceso social de garantías en Antioquia, que dijo que los continuos asesinatos de líderes sociales aumentan la preocupación en la zona, ya que la principal amenaza para ellos son los grupos armados que delinquen allí.

“Nos preocupa la fuerte presencia que hacen las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, los Caparrapos, las disidencias de las Farc y el ELN en el Bajo Cauca. El hecho de que exista un control territorial de estas estructuras y que haya organizaciones sociales que no comparten las leyes que ellos intentan implantar, eso ha sido motivos, según ellos, suficientes para asesinar”, dijo Zapata.