“Yo espero que casos que sembraron tanto dolor en Colombia de líderes sociales y políticos como el de Álvaro Gómez Hurtado sean declarados crímenes de lesa humanidad”, afirmó Duque en la instalación del II Foro Interamericano ‘El Futuro del Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos’.

Para el presidente es importante que se haga esa declaración puesto que de ese modo las investigaciones pueden “llegar hasta las últimas consecuencias” y conocer así “quiénes fueron autores materiales e intelectuales de un caso vil de asesinato de uno de los más importantes pensadores políticos que haya tenido nuestro país”.

En este sentido, el jefe de Estado exhortó a las altas cortes a que “casos como el de Gloria Lara de Echeverri, una líder social que fue precursora de la acción comunal y que la fortaleció, no terminen en el olvido”.

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El asesinato de Gómez Hurtado se produjo en un periodo de gran agitación política en Colombia, que por entonces estaba inmersa en un escándalo por la supuesta financiación del cartel del narcotráfico de Cali a la campaña electoral del presidente Ernesto Samper (1994-1998), del cual el político conservador era un severo crítico.

Por su parte, Lara de Echeverri fue una abogada que se desempeñó como directora nacional de Acción Comunal y Asuntos Indígenas durante la presidencia de Julio César Turbay Ayala (1978-1982).

Fue secuestrada en un oscuro caso el 23 de junio de 1982 y su cadáver apareció el 28 de noviembre en la puerta de una iglesia de Bogotá con signos de grave desnutrición. Su cuerpo estaba envuelto en una bandera negra con las siglas de la Organización Revolucionaria del Pueblo (ORP).