Reynaldo Mantilla Poveda, de 57 años, obtenía su sustento a través del reciclaje. Por las mañanas, solía dirigirse a la plaza de mercado de La Rosita, en Bucaramanga, donde los comerciantes le proporcionaban manojos de cilantro para venderlos y obtener algún ingreso económico, según lo indicado por sus familiares.
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El hombre era padre de cuatro hijos, dos mujeres y dos hombres y vivía con ellos en el barrio San Miguel.
A pesar de tener un antecedente por lesiones personales registrado en el año 2019 según un dato de la Sijin de la Policía, uno de sus hijos, Reynaldo Mantilla Poveda era un hombre que aparentemente no presentaba problemas. Su único hábito conocido era consumir bebidas embriagantes fermentadas, especialmente guarapo.




“Lo que puedo decir de mi padre era que le gustaba el guarapo. Casi todo lo que se ganaba en el reciclaje o la venta del cilantro era para tomar ahí en esos lados del centro. Pero yo puedo decir que nunca le conocí de un problema, que él fuera peleador, nada de eso, siempre evitaba las peleas”, afirmó uno de sus hijos.
Hasta el momento el agresor no ha sido capturado por las autoridades, sin embargo se encuentran buscándolo.
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