Uno de los seis compromisos a los que llegaron en las últimas horas las delegaciones del Eln y el Gobierno de Gustavo Petro, encabezada por Vera Grave, recientemente nombrada jefa de la delegación oficial en los diálogos con esa guerrilla, es la suspensión de los secuestro a partir del 30 de enero del año entrante. Eso lo anunciaron las dos partes con bombos y platillos, pero, pese a que se trata en principio de una buena noticia, tiene sus sinsabores.
(Le interesa: “Tenemos nuestras reglas”: cínico mensaje del Eln, que se niega a dejar los secuestros)
Es decir que, contados desde este lunes 18 de diciembre, todavía quedan 43 días para que el anuncio del grupo subversivo entre en vigor. Así, aún falta mes y medio por delante, un tiempo en el que se podrían seguir presentando los secuestros, o, como esa guerrilla los denomina eufemísticamente, ‘retenciones económicas’.
Si bien el anuncio representa una bocanada de aire para este proceso que venía de capa caía, entre otras cosas, por el secuestro del papá del jugador del Liverpool y de la Selección Colombia Luis Díaz, que también sirvió para que el Eln se diera cuenta de que su brutal conducta es rechazada unánimemente por el país, también abre la pregunta sobre qué va a pasar con las personas que actualmente están en su poder.
El caso del padre de Díaz permitió visibilizar los casos de por lo menos otras 30 personas que permanecen privadas de la libertad por esa guerrilla, cuyas familias reclaman su libertad inmediata y un trato similar al del papá de la estrella de fútbol. En el acuerdo alcanzado en La Habana no se menciona nada de ellos, lo cual plantea una suerte de contradicción.
Otra cosa que no se aclara es si todas las estructuras del Eln acatarán la decisión, una preocupación que se deriva del hecho, probado en muchas circunstancias, de que ese grupo armado obedece a unas dinámicas de organización federalizada en las que no todas sus estructuras acatan lo que diga el mando central.
Pero quizá uno de los interrogantes más importantes sobre el anuncio del Eln resulta precisamente del nombre que esa guerrilla le pone a su execrable práctica del secuestro. El documento menciona que suspende las “retenciones económicas”, pero, como se sabe y lo ha hecho saber su jefe, alias ‘Antonio García’, también priva de la libertad a las personas por otras razones.
El jefe del Eln hizo hace poco una escalofriante discriminación autojustificante según la cual esa guerrilla no secuestra. “Hay diferentes acciones de privación de la libertad, pero son diferentes: prisioneros, rehenes, retenidos, secuestrados y desaparecidos. El Eln solo hace prisioneros y retenidos”, dijo en X (antes Twitter).
Como el reciente anuncio del Eln solo menciona la suspensión de lo que denomina “retenciones económicas” quedan por fuera, por ejemplo, las que pueda ejecutar bajo la calificación de “retenciones políticas” o por cualquier otra razón que estime esa organización.
En ese sentido, se trata de un anuncio a medias que sigue dejando al país expuesto al accionar del Eln. Se refiere solo a uno de los tipos de secuestro, el extorsivo, mientras que deja por fuera a los otros, que puede seguir ejecutando porque tiene la base para alegar que solo se comprometió a dejar un tipo de privación de la libertad.
El senador Iván Cepeda, miembro de la comisión del Gobierno, celebró el hecho como una “victoria de la paz”. Sin embargo, otros ven con escepticismo el anuncio del Eln que comenzará a tener vigor un día después de que termina el primer periodo de tregua.
LO ÚLTIMO
.svg)
