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Jhon Mendoza, quien es conocido durante el conflicto armado en Colombia bajo el alias de “Jhon Mechas”, oficializó durante el pasado fin de semana un cese de hostilidades indefinido dirigido contra los integrantes de la Fuerza Pública. La declaración se realizó a través de un video grabado en un entorno selvático, el cual fue difundido ampliamente en redes sociales, lo que permitió que la noticia se conociera a nivel nacional. Mendoza actúa como vocero de la facción disidente comandada por alias “Calarcá”, marcando así la posición de ese grupo dentro del complejo escenario de seguridad en el país, según información difundida originalmente por El Colombiano.
De acuerdo con “Mechas”, la decisión responde a la necesidad de “sintonizarse con la coyuntura nacional”, aunque dejó explícito que esta medida no afecta las confrontaciones que mantienen con otros grupos armados ilegales en diversas regiones del país. En ese sentido, la directiva que Mendoza calificó como una “lectura estratégica” del contexto sociopolítico actual busca una pausa activa en los ataques a miembros de la Fuerza Pública, contexto en el que aclara que se encuentran “siendo consecuentes con la historia y con el momento político que vive el país” al impartir a sus unidades la orden de detener las ofensivas militares contra la institucionalidad.
Mendoza profundizó en que la organización criminal, alejada de la línea de mando de alias “Iván Mordisco”, decidió también “ratificar públicamente la orientación” que, según sus declaraciones, ya venía aplicándose en el terreno. Ese “cese de acciones militares ofensivas contra la Fuerza Pública por tiempo indefinido” se presenta entonces como un paso más allá de la simple intención, pretendiendo consolidarse como una política interna del grupo en cuestión.
No obstante, el anuncio del cese tiene limitaciones claras: para Mendoza, ello no supone un repliegue completo de las actividades del grupo, ya que se reservan el “legítimo derecho a la defensa” si las Fuerzas Militares despliegan alguna operación en su contra. La tregua unilateral, por tanto, se presenta como un alto al fuego parcial, pues no implica desmovilización ni reducción de hostilidades hacia otros actores armados.
De hecho, el propio Mendoza subrayó que esta decisión “no tiene ningún efecto frente a otros grupos con quienes sostenemos una confrontación armada en diferentes lugares del país”, recordando la persistencia de disputas territoriales y económicas por el control de corredores estratégicos. Finalmente, el vocero expresó el “compromiso con la paz, la justicia social” y la defensa de la población civil ajena al conflicto, mostrando la esperanza de que este gesto reciba el respaldo de los colombianos.
¿Qué significa “cese de hostilidades” en el contexto del conflicto armado?
El concepto de “cese de hostilidades”, en el contexto de grupos armados ilegales en Colombia, implica una suspensión temporal o indefinida de acciones ofensivas –principalmente ataques o enfrentamientos–, dirigida a un actor específico como la Fuerza Pública. Sin embargo, este cese puede no implicar el abandono de todas las actividades criminales, ni supone necesariamente un acuerdo de paz o la desmovilización total del grupo.
La relevancia de la pregunta surge porque, aunque los voceros entregan anuncios de este tipo, en ocasiones la interpretación y el alcance del “cese” son limitados o condicionados, como ocurre en la declaración realizada por alias “Jhon Mechas”. Por ello, comprender este término es crucial para analizar correctamente el impacto y las posibilidades de estabilización que pueden derivarse de este tipo de comunicados en el contexto colombiano.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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