La víctima más reciente fue Julio César Sucerquia, miembro fundacional de la Asociación de comités Barequeros del Norte de Antioquia (mineros artesanales) que fue baleado este miércoles en la vereda Mote, sector del Líbano, en la población de Ituango.

De acuerdo con un comunicado de esa organización social, a Sucerquia le dispararon “a dos kilómetros del campamento de refugio humanitario el Líbano, del cual era parte, debido a la crisis humanitaria en la cual se encuentran los miembros de la asociación por el represamiento del río Cauca aguas arriba” debido a las afectaciones del proyecto Hidroituango.

La otra víctima, según Noticias Caracol, es José Abraham García, asesinado el lunes en la noche en la vereda Pascuitá en donde ejercía como presidente de la junta de acción comunal.

Según dijo en el noticiero el alcalde de Ituango, Hernán Álvarez Uribe, varios hombres armados llegaron hasta la vereda preguntando por García, y luego de citarlo a un sitio de reuniones se escucharon varios disparos.

Autoridades locales señalan como responsables a grupos armados que se disputan el control territorial que fue dejado cuando se desmovilizaron las Farc.

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Las organizaciones sociales, por su parte, manifiestan estar atemorizadas “ante la degradación continua de la seguridad” en sus “territorios, que hace inminente el sometimiento a continuas violaciones a los Derechos Humanos”.

Igualmente alertan sobre el “inminente peligro” al que están expuestas las comunidades del norte de Antioquia, y cuyos riesgos se maximizan para aquellas personas que se encuentran organizadas en los diferentes movimientos sociales.

Ante la situación, le exigieron al Gobierno tomar las medidas necesarias para “garantizar los derechos constitucionales a la vida, la seguridad personal, la integridad física y psicológica, de los habitantes de la zona y los miembros de las organizaciones sociales”.