¿Qué está pasando? Hasta el momento, diez barrios de Tadó (Chocó) están estrenando alumbrado público: Popular, San Pedro, Escolar, Carmelita, Apolo, Reyes y Modelo. Deiner Mosquera, secretario de Planeación, cuenta que el proyecto contempla la instalación de lámparas y el arreglo de las que están averiadas. Una vez concluyan los trabajos en la zona urbana, atenderán algunos corregimientos.

“Estamos llegando a un 70 por ciento con esta intervención en la zona urbana y rural. Esperamos que el próximo año podamos tener un 100 por ciento de cobertura en alumbrado público. Las lluvias de estos días han puesto el trabajo un poco lento pero vamos avanzando bien”, cuenta Mosquera.

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La percepción de inseguridad: Las calles a oscuras habían aumentado la percepción de inseguridad en el municipio. Para Yajaira Perea la nueva inversión ha cambiado el ambiente en Tadó. “Ahora puede caminar uno con seguridad. Como antes permanecía tan oscuro este pueblo, en ocasiones le daba a uno miedo meterse por el Poli”, dice Perea, habitante del barrio Popular. “Si nos quedamos callados, no se hubieran mosqueado para iluminar el pueblo. Entonces sí hace falta en el pueblo quienes digan lo que no está bien, desafortunadamente nos da miedo hablar”, comenta una madre de familia que prefiere mantener el anonimato.

Por su parte, Francisco Asprilla, veedor municipal quien ha recibido las quejas de los habitantes sobre el alumbrado, evalúa como positivo los avances, pero es escéptico. “Hasta no ver todo el municipio en su zona urbana y rural no doy un concepto sobre el mismo ya que hay mucha tela que cortar”, agrega.

El contrato esperado: La Alcaldía es la encargada de administrar, operar y mantener el alumbrado. Pero, desde que Cristian Copete asumió como alcalde, no se había puesto en marcha ningún contrato por la inestabilidad política que tuvo el municipio desde el 2020 al anularse su elección. Una vez fue restituido en octubre de 2021, Copete firmó un contrato por 22 millones de pesos para cambiar algunas luminarias y componentes del sistema. Sin embargo, algunos barrios permanecían a oscuras como Villas de Remolino, Reinaldo y San José. Así como una parte del puente y del parque Rey Barule.

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El 19 de julio de este año, la Alcaldía inició la contratación del nuevo proyecto con el que se está realizando la instalación y mantenimiento del alumbrado. El contrato tiene un valor de 280 millones de pesos y es ejecutado por el contratista Luis Norberto Mosquera Gómez.

Luminaria instalada en una de las calles de Tadó. Fotografía: Francisco Mosquera
Luminaria instalada en una de las calles de Tadó. Fotografía: Francisco Mosquera

La deuda pendiente con Dispac: El contrato no es el único obstáculo. La Alcaldía tiene una deuda de cerca de 333 millones con Dispac por cuenta de facturas que no le pagaron las anteriores administraciones por la prestación del servicio de energía en el espacio público. La administración de Cristian Copete firmó en 2020 un convenio con la empresa para continuar la prestación de energía y acordar, además, que el dinero que Dispac recaudara por el impuesto del alumbrado público se usaría para pagar la factura de energía del municipio.

El 25 de mayo de 2021, la entonces alcaldesa Yocira Lozano logró un acuerdo de pago con Dispac, en el que establecieron que la empresa no cobraría los intereses de la deuda e iba a descontar 172 millones de pesos que correspondían a la deuda que se había acumulado desde hacía más de 10 años. Por su parte, el municipio abonó 28 millones de pesos y pagaría los 425 millones de pesos restantes en 72 cuotas. En junio de este año, la deuda era de 333 millones de pesos.

Lo que sigue: La Alcaldía pronostica que terminará la instalación y el mantenimiento del alumbrado público en diciembre. Sin embargo, Mosquera asegura que hace falta un nuevo contrato para obtener recursos y así completar el 100 por ciento de la cobertura. “Esperamos que así se puedan reducir los hurtos y la comunidad sienta seguridad en las calles del municipio”, dice Mosquera. Pero en el municipio aún hay preocupación sobre quién se encargará de velar de forma permanente por el mantenimiento oportuno de la red para evitar quedar a oscuras nuevamente. Además, les preocupa que aumente el costo de las facturas por el impuesto del alumbrado público.

“Es preocupante que a pesar de que la comunidad estaba pagando un servicio, la Alcaldía se haya demorado tanto para resolverlo. Al parecer no hay esa conectividad entre la administración municipal y la comunidad. Esperemos que no salgan ahora con que van a subir el impuesto de alumbrado público”, afirma Yirson Ledezma, personero municipal.