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Las acciones fueron anunciadas el lunes en la noche por el mandatario de la capital antioqueña por medio de un comunicado en el que afirmó que dará ese permiso una vez se hayan agotado las posibilidades de acuerdo con los manifestantes y se haya ordenado la evacuación de las personas que no estén involucradas en los disturbios. Así lo expresó:
“Es mi deber constitucional velar por la seguridad de todas y todos los ciudadanos y por eso he decidido que, ante el uso de explosivos al interior de recintos universitarios, […] procederé a autorizar el ingreso de la fuerza pública con equipos antiexplosivos con el fin de recuperar el control y garantizar la tranquilidad de toda la comunidad universitaria y la ciudadanía en general”.
Según dijo Calle, espera que durante su administración “quede superado para siempre el uso de explosivos” en las universidades porque son “acciones que deslegitiman la protesta y contribuyen a una mayor estigmatización de la universidad y los movimientos sociales”.
Por eso, una de las primeras en reaccionar fue la Universidad Nacional. El vicerrector de la sede en Medellín, Juan Camilo Restrepo, le dijo a RCN Radio que eso representa un riesgo para toda la comunidad educativa y destacó que en las instalaciones hay personas adelantando diferentes actividades académicas e investigativas que quedarían en peligro:
“Yo, por lo menos, sé que otros rectores de las universidades públicas están muy preocupados porque permitir el ingreso de la fuerza pública a los campus es poner en riesgo a la comunidad universitaria. En los enfrentamiento, el 99 % de la comunidad universitaria no está involucrada porque esto lo manejan grupos muy pequeños y gente externa”.
Sin embargo, este martes ante medios, Quintero defendió su postura: “No puedo permitir de ninguna manera el uso de explosivos en ningún lugar, ni público ni privado, ni universitario ni no universitario. Es decir, si hay uso de explosivos, eso implicará una intervención”.
Algunos señalaron que esa decisión no coincide con lo que expuso durante la campaña. Una joven, por ejemplo, le dijo a Noticias Caracol:
“Si me parece muy mal porque veíamos en el alcalde un mayor apoyo, pero con todo esto se ve que también va a violentar la libertad estudiantil”.
El mandatario, por su parte, insistió en que no va “a reducir la fuerza”, sino “a meterle inteligencia y meterle corazón. En el caso de las protestas el Esmad es a ultima herramienta”.
Mientras que la Policía, añadió el informativo, por medio del coronel Ómar Rodríguez, subcomandante de la institución en Medellín dijo que su función es la tranquilidad de la ciudadanía y la convivencia pacífica.
Por último, Calle reconoció en Blu Radio que esta es una decisión “impopular”, pero que la considera “correcta”, y que tuvo tiempo para comunicarse con los directivos de las universidades a informarles la medida y escuchar sus opiniones.
Restrepo confirmó en RCN Radio que el mandatario socializó el protocolo, pero aún así “confía en que se abra un canal de diálogo que permita evaluar la decisión”.
Mientras que el alcalde enfatizó en Blu Radio que respeta “la autonomía administrativa de las universidades, pero su autonomía no puede significar estar por encima de la Constitución y la Ley”.
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