Se siguen conociendo detalles de la videoconferencia a la que se conectó Aída Merlano desde Venezuela.

En ocasiones anteriores la condenada política del Partido Conservador ya había acusado en medios a la poderosa familia de la Costa Atlántica de haber participado y financiado su fuga, con la intención de asesinarla una vez estuviese fuera de la cárcel, pero esta vez lo hizo ante los magistrados del alto tribunal como parte de un proceso judicial en curso.

En algunos de los videos que difundió Semana, se ve cómo gran parte de su declaración estuvo enfocada en Fuad Char, y sus hijos Arturo y Alejandro, con quien tuvo una relación romántica.

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En un primer video que compartió la revista, Merlano insistió en que su fuga de un consultorio odontológico el primero de octubre de 2019 fue organizada por los Char y otras familias con tradición política en el norte del país:

“Cuando a mí me hacen la videollamada para explicarme cómo era el plan de fuga yo vi la cara de Arturo y de Fuad. Y quien me hizo la llamada inicial fue Julio Gerlein hijo”.

Además, se refirió a un hombre al que identifican como Salvador y que ella definió como “el bandido que contrataron” para su fuga y que cuando tuvo contacto con él le dio escabrosos detalles de lo que, presuntamente, tenían planeado para ella:

“Él me dijo a mí que ellos no le habían pagado la fuga y que se la iban a pagar si me mataba. Ellos [los Char] le daban a él $ 1.500 millones si me mataba y si entregaba muestras de que yo estuviera muerta y enterrada”.

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Este es el video en el que relata ese señalamiento:

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La excongresista no solo señaló a la familia de participar en su fuga y querer asesinarla, sino de intimidarla a ella y a sus allegados, luego de que comenzó a hablar contra ella y vincularla con corrupción electoral.

En otro video compartido por el medio, se le escucha decir que sigue dispuesta a colaborar con la justicia para contar lo que pasó el 11 de marzo de 2018, cuando fue elegida senadora de la República comprando votos y a delatar a las personas que estuvieron involucradas en ese delito.

Una vez comenzó con las diligencias, dice, la vida de su familia estuvo en riesgo: “Ese día me mandaron la fotografía del edificio de mis hijos y me dijeron que estaban con ellos y que tuviera mucho cuidado con lo que fuese a decir y con lo que hablara que perjudicara a la familia Char, en relación a varias situaciones de corrupción y contratos”.

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Entre otras intimidaciones que, dice Merlano sufrió de esa familia, contó que la fueron a visitar a la cárcel para decirle:

“Si me enfrentaba a los Char, me iban a meter en un sanatorio y me iban a declarar impedida para hablar y hundirme. Llegaron al extremo de pagarle a funcionarios del Inpec para que se inventaran salidas y remisiones para clínicas psiquiátricas con unos médicos que no existían en el Buen Pastor, médicos fachada para internarme durante meses largos y afectar mi salud mental”.

En este video se escuchan esas declaraciones en detalle sobre las amenazas a sus hijos y que eso hizo cambiar su testimonio contra la familia Char: