Una denuncia por un hecho de violencia de género volvió a tocar las filas del equipo de gobierno de Gustavo Petro tan solo siete días después de que estas mismas acusaciones tumbaron la designación de Víctor de Currea-Lugo, elegido por el jefe de Estado para asumir como embajador en Emiratos Árabes Unidos, pero luego rechazó esa invitación tras ser señalado de diversos casos de presunto acoso sexual contra estudiantes universitarias a las que tuvo en sus clases.

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El protagonista de la acusación fue Mauricio Lizcano, quien es uno de los miembros del círculo más estrecho de Petro en la Casa de Nariño por su cargo de director del Departamento Administrativo de la Presidencia. A Lizcano una mujer lo señaló, de forma anónima, de haberla acosado en el Senado durante una entrevista de trabajo en la que presuntamente hubo alcohol y comentarios subidos de tono.

El político caldense negó las acusaciones y pidió que la mujer salga del anonimato para que sustente sus señalamientos ante los estrados judiciales, mientras que el Gobierno, por su parte, se pronunció justo después de conocerse esta denuncia para pedirle al Congreso que investigue todas las recientes y antiguas denuncias de violencia de género en el Capitolio.

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Según el relato, al llegar a la entrevista la mujer se vio sorprendida porque Lizcano presuntamente estaba tomando whisky. “Sacó una botella, se sirvió un trago y le sirvió uno a ella también”, se lee en la denuncia pública en la que se detalló que la víctima para ese entonces tenía 21 años y se vio sorprendida por las supuestas pretensiones del entonces congresista.

Según De la Torre, Lizcano empezó a hacerle comentarios subidos de tono a la mujer haciéndola incomodar al decirle que era “joven y bonita”, y luego habría intentado agarrarla y besarla. “Se escabulló como pudo y llegaron a un desagradable forcejeo en el que él, más grueso que ella, tenía todo el poder”, dice el relato.

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El ahora secretario general de la Presidencia se pronunció a través de un comunicado en el que negó los señalamientos y aseguró que son “totalmente falsos”, y le pidió a la presunta víctima que salga del anonimato haga las acusaciones en su contra ante las autoridades judiciales “para que en un entorno seguro se reconozca mi correcto comportamiento. Y pueda defender mi derecho al horror”, dijo Lizcano.

Este jueves, justo después de que se reveló esta denuncia, el ministro del Interior y portavoz del Gobierno, Alfonso Prada, anunció que la Casa de Nariño le pidió formalmente al Congreso investigar todos los casos de violencia de género tanto en la legislatura actual como en las anteriores.

Prada detalló que esta investigación se emprenderá por pedido directo del Presidente y tras las denuncias hechas por el exsenador Gustavo Bolívar, y señaló que los resultados de la misma se revelarán ante los medios y las autoridades competentes. “Se llegará hasta sus últimas consecuencias, preservando el derecho al honor y la presunción de inocencia, pero investigando todas las denuncias que se reciban”, apuntó el Ministro.

Estas acusaciones de violencia de género contra aliados de Petro no son nuevas (ver Recuadros), ya que a los señalamientos contra Lizcano y De Currea-Lugo se suman a los que se habían hecho recientemente antes contra el senador Álex Flórez, ficha de Daniel Quintero, y años atrás contra Hollman Morris.

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