La Presidencia tiene un millonario contrato para la producción logística de los eventos de la Casa de Nariño del que se valió para financiar el primer balconazo del mandatario, Gustavo Petro, y sus eventos de radicación de la reforma a la salud y del Plan Nacional de Desarrollo (PND).
En cuestión de tres jornadas, el mandatario se gastó poco más de $197 millones para toda la organización de la convocatoria a sus seguidores y funcionarios de Palacio hasta la Plaza Nuñez, donde quiso presionar al Congreso para la aprobación de las reformas.
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El Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) se valió de un contrato por $3.897 millones suscrito con Plaza Mayor en diciembre de 2022 para la planificación, organización, operación y producción de actividades del Estado del que sacó ese rubro para operar esos tres eventos en plaza pública, pese a que las radicaciones de leyes pueden efectuarse en el edificio del Congreso y de que el proveedor está radicado en Medellín, no en Bogotá.
Solo en el alquiler del mobiliario para esos eventos (sillas, vallas, carpas y hasta baños) el despacho que dirige Mauricio Lizcano invirtió $77.485.495, requirió $33.947.844 para la proyección de video, $27.181.683 para el sonido, otros $37.656.433 para la iluminación y un rubro final de $21.051.906 que quedó registrado en el contrato como “varios” con cuestiones como el transporte de los equipos técnicos hasta Bogotá.
Los eventos tuvieron lugar el 6 de febrero (presentación del PND), el 13 (radicación de la reforma) y el 14 (el discurso en el balcón del mandatario) y la dependencia contratante fue el Grupo de Salones de Estado y Casas Privadas.
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En las cuentas del Dapre no hay una destinación presupuestal específica para los eventos de protocolarios que surjan de la presentación de las iniciativas del Gobierno, como los que sucedieron con esos tres balconazos, y por eso terminaron haciendo uso del contrato interadministrativo que tienen con Plaza Mayor por concepto de operación logística.
Los valores se conocieron en la respuesta a un derecho de petición enviado por la representante a la Cámara de Cambio Radical, Carolina Arbeláez, quien cuestionó dónde está la austeridad del “cambio” que había prometido el Ejecutivo.
Y es que si bien todos los inquilinos de la Casa de Nariño han destinado presupuesto a este tipo de parafernalias, la oposición critica que Petro aplique la misma fórmula que juzgaba siendo congresista y pese a que había prometido tener una administración austera.
La inversión se efectuó pese a que el pasado 13 de febrero el director del Dapre, Lizcano, le había dicho a EL COLOMBIANO que no se usaron recursos de ese despacho en la convocatoria a marchas del 14F, ni en la logística. Desde Plaza Mayor apuntaron que “todo es muy claro y ajustado a la normatividad”.
La millonaria cifra del contrato por $3.897 millones se va ejecutando según los procesos de planeación y la programación del Dapre, por lo que el presidente Petro tiene un suntuoso cheque para seguir planillando sus balconazos desde Casa de Nariño .
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