Las autoridades sanitarias informaron que este miércoles se produjo el deceso de ocho de los afectados por la conflagración, que se suma a otros seis que perdieron la vida el martes y a los siete que murieron en el sitio del accidente, en jurisdicción del corregimiento de Tasajera.
Ocho de los afectados fallecieron cuando eran atendidos en centros médicos de la ciudad de Santa Marta, cinco en Barranquilla y uno cuando era trasladado desde Ciénaga hacia Valledupar.
Dada la gravedad de las heridas, siete de las víctimas fueron trasladadas en un avión de la Fuerza Aérea Colombiana desde Santa Marta hasta la unidad de quemados del hospital Simón Bolívar de Bogotá.
La mayoría de las personas que resultaron quemadas son jóvenes que derivan su sustento como pescadores o vendedores ambulantes en la carretera en Tasajera, una empobrecida población del municipio de Puebloviejo localizada en la isla de Salamanca, una delgada división entre la Ciénaga Grande de Santa Marta y el mar Caribe.
En las afueras de las instituciones de salud donde son atendidos los afectados, en las ciudades de Santa Marta, Barranquilla, Valledupar y Bogotá, sus familiares se mantienen a la espera de las noticias sobre su evolución.
En la Clínica Reina Catalina de Barranquilla, en donde están siendo atendidos nueve de las víctimas, los familiares han debido recurrir a la solidaridad de algunos ciudadanos quienes les han apoyado con alimento y dinero mientras esperan recibir información sobre sus parientes.
Janeth Muñoz, quien espera noticias de su hijo, contó que el joven que todavía es estudiante, también se dedicaba a la pesca porque “en Tasajera hay muy pocas oportunidades de trabajo”.
El alcalde del municipio de Puebloviejo Fabián Ospino, quien se trasladó hasta Barranquilla para acompañar a los familiares de los hospitalizados y tratar de brindar apoyo, hizo un llamado a solidarizarse con estas personas que llevan dos días a la espera de noticias de sus familiares.
Por su parte, el secretario de salud de Barranquilla, Humberto Mendoza, informó que “los fallecimientos y el pronóstico reservado en el que se encuentran los pacientes, obedecen a quemaduras de alta profundidad, de tercer grado, y de alta extensión, que afectaron entre el 40 y el 99 % de la superficie corporal”.
Por su parte, la Subred Integrada de Servicios de Salud del Norte de Bogotá informó que los siete pacientes trasladados al hospital Simón Bolívar tiene quemaduras extensas de segundo y tercer grado que van desde el 13 al 65 % de su superficie corporal.
“Su condición médica es crítica, con pronóstico reservado debido a las lesiones de vía aérea en algunos de los pacientes. Dos de ellos se encuentran con soporte ventilatorio en la unidad de cuidados intensivos, debido a la inhalación de humo”, detalló la Subred.
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