La vacuna, elaborada en colaboración con los Institutos Nacionales de Salud (NIH), entró este lunes a la tercera fase de las pruebas clínicas, siendo uno de los tratamientos más avanzados en todo el mundo.

“Es un récord para nosotros el haber sido capaces de pasar de la secuenciación (del virus SARS-CoV-2) a la etapa tres en tan poco tiempo. No se había hecho nunca antes”, manifestó Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas.

A pesar de que algunos procesos se han acelerado debido a la emergencia sanitaria mundial, el funcionario puntualizó en rueda de prensa virtual que no han comprometido el rigor científico ni la seguridad de los ensayos.

Fauci, además, afirmó que hay que tener en cuenta varias variables importantes antes de comprobar la eficacia de la vacuna contra el COVID-19, como la cantidad de voluntarios que serán testeados en las últimas pruebas.

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“Es muy difícil decir una fecha. Habrá que ver en las próximas semanas si hay un aumento (de la respuesta inmunológica). Sin embargo, los resultados se podrían saber a comienzos de noviembre o antes”, agregó el epidemiólogo.

Francis Collins, director de los NIH, aseguró que varios equipos de expertos determinarán cuáles son los grupos prioritarios para recibir las primeras dosis de la vacuna, que contará con todas la aprobaciones correspondientes.

Stephane Bancel, ejecutivo de la farmacéutica, señaló finalmente que tienen garantizada la capacidad para producir 500 millones de dosis en 2021 y posiblemente puedan ampliarla a 1.000 millones.

Los resultados, sobre la efectividad de la vacuna desarrollada por Moderna (que recibió hace algunos días una fuerte inyección económica gubernamental), se conocerían en la antesala de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, en las que Donald Trump se juega la reelección.