En la denuncia interpuesta en la corte federal de Brooklyn, en Nueva York, la dependencia dijo que King Year Packaging and Printing, con sede en Guangdong, envió a compradores en Estados Unidos tres lotes de supuestas máscaras para proteger del coronavirus a personal médico y otros.

La compañía afirmó falsamente que las 495.200 mascarillas que envió cumplían con el estándar N95 y que estaban certificadas por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Laboral de Estados Unidos (NIOSH), según la denuncia.

Tapabocas N95

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La demanda indicaba que el importador de las máscaras pagó más de un millón de dólares por ellas.

“Los cargos que se alegan en esta demanda muestran un flagrante desprecio por la seguridad de los ciudadanos estadounidenses”, dijo en un comunicado el agente del FBI Douglas Korneski, que investigaba el negocio de las mascarillas.

“Si no hubiera sido por las acciones del equipo de investigación, este acusado habría puesto a los que han sido los primeros en responder, a los empleados de hospital y a otros trabajadores de primera línea directamente en peligro con equipos defectuosos, sólo para ganar dinero”.

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La empresa china fue acusada de cuatro cargos por importación de productos de salud de mala calidad y de fabricación falsa para la Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos.

Cada cargo conlleva una multa máxima de 500.000 dólares, o si es mayor, el doble de lo que la compañía ganó vendiendo las mascarillas.