Este domingo, Nicolás Maduro repitió, en una alocución presidencial tras las elecciones municipales, que Estados Unidos está organizando un complot, junto a Colombia, para derrocarlo.
Sin embargo, estas palabras ya las había lanzado a mediados de octubre, cuando dijo: “Han dado la orden desde la Casa Blanca de matarme y le han dado la tarea a la oligarquía bogotana”.
Los meses de abril y mayo fueron los más movidos para el dictador, pues se jugaba en las urnas mantener el poder.
El 8 de abril hubo un supuesto atentado en contra de Maduro con drones. Sin ninguna investigación o información, minutos después del susto salió a decir que Juan Manuel Santos era el responsable detrás del presunto ataque.
Además, el 15 del mismo mes denunció un supuesto “plan internacional” para sabotear la jornada electoral y no permitir su reelección sin muchos detalles y generando pánico a los venezolanos.
Incluso, el día que volvió a ganar las elecciones (el 20 de mayo de 2018), manchadas por muchas denuncias de fraude por la oposición, expresó que desde Colombia estaban “enviando mucho dinero para un golpe de Estado”.
Días más tarde, ratificó su posición y dijo que el presidente de Colombia en su momento, Santos, estaba preparando un “enfrentamiento bélico” contra Venezuela.
“Denuncio ante el mundo que Juan Manuel Santos está preparando planes macabros para dejar una situación comprometida, enfrentamiento bélico entre Venezuela y Colombia en la frontera, como Álvaro Uribe, en su época”, zanjó Maduro.
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