El ministro de Salud de Sudáfrica, Joe Phaahla, recalcó hoy que ve “injustificada”, “contraproducente” y “draconiana” la reacción aplicada al sur de África en forma de restricciones tras la detección de la nueva variante del coronavirus (B.1.1.529), dada la escasa información científica aún disponible. 

En una rueda de prensa virtual, Phaahla afirmó que, aunque el miedo y la preocupación son “esperables” en esta clase de situaciones, “parte de la reacción es injustificada”. (Vea tambiénEuropa se cierra para protegerse de nueva variante de COVID-19 detectada en Sudáfrica).

“Y me refiero aquí específicamente a la reacción de los países en Europa, el Reino Unido y de varios otros países”, subrayó, en referencia a las naciones que ya anunciaron restricciones. 

“Sentimos que es el enfoque incorrecto, en la dirección equivocada, y que va en contra de las normas aconsejadas por la OMS (Organización Mundial de la Salud). Creemos que los líderes de algunos países están encontrando chivos expiatorios para lidiar con lo que es un problema mundial”, agregó.

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El ministro argumentó su opinión en el hecho de que, dado que la investigación se encuentra en una fase muy preliminar porque la detección se anunció de forma temprana esta semana, no hay pruebas científicas concretas de que la nueva variante sea más severa o transmisible (aunque sí hay indicios de que podría ser más contagiosa por el incremento de casos en Sudáfrica en los últimos días). 

No hay indicación ni sugerencia en este momento de que la enfermedad grave con esta variante particular no vaya a ser prevenida por las vacunas”, añadió. 

En este sentido consideró la oleada de prohibiciones de viaje y de restricciones internacionales es una respuesta “instintiva” y “draconiana” y apuntó que es “irónico” que Sudáfrica, cuya cifra de nuevos contagios este jueves se situó en 2.465, sea objeto de restricciones por parte de países que están registrando a diario 40.000 o incluso 50.000 casos diarios. 

“Debemos trabajar juntos en vez de castigarnos unos a otros”, sentenció. Además, Phaala apuntó que, de hecho, no es “imposible” que la variante tenga realmente su origen en algún otro país que enfrenta la pandemia de manera “más liberal” a nivel interno y recordó que la variante fue detectada en Bélgica (una mujer que había viajado a Egipto vía Turquía) sin vínculos conocidos con el sur de África. 

El descubrimiento de esta nueva variante, identificada como B.1.1.529, fue anunciado este jueves por científicos y autoridades sanitarias de Sudáfrica, a partir de muestras tomadas a mediados de noviembre.