Al Qunun, de 18 años, está bajo la protección del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) desde el lunes, cuando evitó ser deportada a Kuwait tras encerrarse en su habitación de hotel dentro del principal aeropuerto de Bangkok, informó BBC.

La joven llegó este sábado al aeropuerto de Toronto, donde fue recibida por la ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, constató la AFP.

“Ella ha hecho un largo viaje, está agotada y prefiere no responder preguntas por el momento”, comentó Freeland a los periodistas que esperaban la llegada de la joven de 18 años, que vestía una gorra azul y una chaqueta deportiva con la palabra ‘Canadá’.

Se desconoce por qué su destino ha sido Canadá y no Australia, país al que ACNUR pidió el miércoles que acogiera como refugiada, que captó la atención internacional tras hacer viral su odisea en Twitter.

No obstante, también ha recibido numerosas amenazas de muerte, por lo que decidió cancelar su cuenta en la red social.

Al Qunun llegó el pasado sábado al aeropuerto de Suvarnabhumi de Bangkok procedente de Kuwait, donde aprovechó que las mujeres no necesitan autorización de sus “guardianes masculinos” para viajar, como sí ocurre en Arabia Saudí.

Su intención era llegar a Australia, donde quería pedir asilo, tras afirmar que había renunciado al Islam y que temía que su familia “la matara” por ello.

Rahaf Mohammed al-Qunun

Artículo relacionado

“Estoy segura de que me van a matar”: Saudí atrapada en aeropuerto, que huye de su familia

La joven aseguró que un empleado de la aerolínea Kuwait Airways le confiscó el pasaporte a su llegada y le comunicó que, a petición de la embajada de Arabia Saudí, iba a ser obligada a embarcar el lunes en un vuelo de vuelta a Kuwait, donde la esperaban sus familiares.

Al Qunun, que abrió una cuenta en Twitter este mes y publicó su primer tuit el sábado pasado, empezó a escribir y subir videos en la red social, donde su historia se hizo viral y pasó de 28 a 134.000 seguidores en pocos días.

La joven saudí se encerró en su hotel en la zona de tránsito del aeropuerto y bloqueó con colchones la puerta, por lo que el avión en el que estaba previsto que fuera deportada salió el lunes sin ella a bordo.

Las autoridades tailandesas sostuvieron que la joven intentó entrar en el país, algo que ella niega, y que le denegaron el visado, por lo que procedieron a su expulsión a Kuwait, por ser el lugar desde el que llegó a Bangkok.

Sin embargo, finalmente accedieron a que quedara a cargo de ACNUR y le concedieron entrada temporal en el país.

Tailandia no es signataria de la Convención de los Refugiados de la ONU de 1951 y ha sido criticada por enviar a refugiados y solicitantes de asilo a países donde se enfrentan a persecución e incluso tortura.

En Arabia Saudí, Al Qunun podría ser procesada por desobedecer a sus guardianes masculinos, dañar la reputación del país o incluso apostatar, delito que está castigado con la pena capital.