En las últimas horas, se confirmó que el Papa Francisco tuvo que ser trasladado de emergencia en ambulancia al hospital Gemelli de Roma, por un problema de salud que preocupó a los devotos.
Aunque hasta el momento la oficina de prensa de la Santa Sede ha informado que el estado de salud del Papa no es grave, la agenda del sumo pontífice se canceló ya que los médicos “pusieron de manifiesto una infección respiratoria, la cual va a requerir varios días de un adecuado tratamiento médico hospitalario”, según informaron desde el Vaticano.
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Por ahora no hay alerta de que la vida del Papa esté en riesgo, sin embargo, sí hay mucha curiosidad por saber cuál es el proceso que se sigue cuando fallece el santo padre.
Cuál es el protocolo por deceso de un papa
El año pasado, el papa emérito, Benedicto XVI falleció luego de un deterioro en su salud y se tuvo que seguir un estricto procedimiento que, aunque es similar, difiere en ciertos puntos con el protocolo a seguir cuando el que muere es el papa actual.
De acuerdo con el vaticanista Hernán Olano, citado por El Colombiano, lo primero que se debe hacer al notar que el papa ha muerto es citar al cardenal camarlengo para que sea él quien confirme el deceso.
Tal como explicó el máster en filosofía, Jesús M. Landart, en una publicación de Quora, camarlengo llegará a ver al papa con un martillo de plata con el que lo golpeará con cuidado tres veces en la frente diciendo su nombre de pila para comprobar que no reacciona.
Luego de no recibir respuesta dice la frase en latín: “Vere papa mortuus est”, que significa “verdaderamente el papa ha muerto”.
Acto seguido, retirará el anillo (que es el sello del papa con el firma todos los documentos) de la mano del cadáver, para romperlo con otro mazo de plata con el objetivo de evitar que este sea utilizado para falsificaciones.
Es en ese momento cuando un papado termina y si el cuerpo del Santo Padre estaba en su habitación, debe ser trasladado a otro lugar, ya que, tanto el cuarto como el estudio deben ser cerrados con llave para que nadie entre hasta que se elija a un nuevo papa.
Después de esos primeros momentos, el camarlengo debe citar a otros tres cardenales para anunciar la muerte del papa, así como al cónclave para empezar a analizar quién será el siguiente Pontífice.
Cabe destacar que mientras se elige al nuevo gobernante de la Iglesia católica, el Colegio Cardenalicio se hace cargo de su administración, según una publicación de la Universidad de Cuyo.
En los días siguientes, el Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Roma es el encargado de preparar el cuerpo para llevar a cabo las honras fúnebres en la Basílica de San Pedro.
“Terminada la misa, los restos mortales son introducidos en una triple caja -una de ciprés, otra de plomo y una de nogal– y sobre esta última se coloca un simple crucifijo y una Biblia abierta, para luego sepultar al Pontífice en la cripta vaticana, donde permanecerá hasta que se disponga su sarcófago definitivo”, destacó Landart.
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