A pesar de que en las últimas semanas se han presentado varias aglomeraciones en diferentes playas de Europa y Estados Unidos, principalmente, Oberemok manifestó en Sputnik que la posibilidad de contraer el coronavirus en este tipo de lugares públicos es muy baja.

“La luz ultravioleta solar cuenta con mucha energía en el verano y destruye las partículas virales. Si un infectado no está muy cerca de otra persona y no tienen contacto alguno, la probabilidad de contagiarse es muy pequeña”, afirmó en este mismo medio.

El virólogo, adicionalmente, puntualizó en la agencia de noticias que algunas decenas de segundos son suficientes para eliminar el COVID-19 de manera natural, lo que evitaría una propagación masiva del virus.

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Mario Clerici, inmunólogo y profesor de la Universidad de Milán, también señaló en RIA Novosti que el coronavirus perderá fuerza durante los meses de verano debido a la radiación ultravioleta.

“Después de una exposición prolongada a los rayos del sol, el brote se debilitará gravemente. El número de partículas virales activas disminuirá hasta diez veces”, agregó el italiano en el informativo ruso.

Ambos especialistas, sin embargo, indicaron que hay que seguir las medidas sanitarias preventivas y respetar el distanciamiento social en todos los lugares públicos, aunque haya bajas posibilidades de contraer el COVID-19.