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La Comisión Europea, en cabeza de Úrsula von der Leyen, está convencida de que la única forma de frenar a Rusia es financiando aún más armas y guerra en su contra, aunque no todos sus socios piensan igual.
“Dado que la presión es el único lenguaje al que responde el Kremlin, también podemos intensificarla”, dijo este miércoles la jefa del Ejecutivo comunitario en Bruselas, en el discurso en el que anunció el plan con el que pretende continuar financiando militarmente a Ucrania. El objetivo es, añadió, permitir que Kiev se dirija “a las negociaciones de paz desde una posición de fuerza”.
Con eufemismos para planes económicos de alto riesgo, Von der Leyen puso sobre la mesa dos de tres opciones que han estado rondando en los titulares en las últimas semanas. Pero, a dos meses de que se cumpla el cuarto aniversario del conflicto, sus propuestas levantan discrepancias dentro del bloque.
Préstamo con activos rusos
La primera vía supone un uso sin precedentes de activos rusos congelados en entidades de la Unión Europea. A esta modalidad la llamó un “préstamo de reparaciones”, es decir, un préstamo a Ucrania que tendría que devolver a la Unión Europea, pero el dinero no sería del bloque sino de activos estatales rusos inmovilizados en suelo europeo luego de que Rusia invadiera Ucrania.
“Proponemos cubrir dos tercios de las necesidades financieras de Ucrania durante los próximos dos años. Esto supone 90.000 millones de euros. El resto quedaría a cargo de los socios internacionales”, declaró a la prensa.
La política del derechista Partido Popular Europeo sostiene que la Unión Europea tiene que aumentar el coste de la guerra. Sin embargo, esta opción ha encontrado un rechazo frontal de Bélgica, donde se encuentra la firma Euroclear, que retiene la mayor parte de los activos rusos en el bloque, un total de 185.000 millones de euros de los 210.000 millones congelados.
Bélgica teme represalias de Rusia, que asegura que si la Unión Europea toma este dinero estaría realizando un robo y el gobierno de Bruselas ha pedido que los demás países que albergan fondos rusos también los liberen para este fin, además de recibir garantías en caso de una demanda del Banco Central de Rusia. En tanto, el primer ministro belga Bart de Wever también señaló que usar esta carta entorpecería la posibilidad de un acuerdo de paz.
Frente a esto, Von der Leyen aseguró que la propuesta cubriría a todas las instituciones financieras de la Unión Europea que posean activos rusos. Esto implicaría a Francia, Alemania, Suecia, y Chipre, donde según funcionarios del bloque comunitario también se encuentran dichos activos.
Esta opción, asimismo, chocaría directamente con los intereses de Estados Unidos. Un plan de 28 puntos impulsado por la Administración Trump propone que parte de los activos rusos congelados se utilicen en una empresa estadounidense-rusa. Sin embargo, Von der Leyen afirmó este miércoles que Washington había respondido “positivamente” a su propuesta.
Por su parte, Christine Lagarde, directora del Banco Central Europeo, advirtió ante la Eurocámara que la utilización de los activos rusos podría jugar en falso al bloque ante una demanda rusa. “La compensación por la expropiación ilegal puede exceder con creces el valor de los activos e incluir intereses compuestos y oportunidades perdidas”, alertó, calificando el hipotético movimiento de “esfuerzo excesivo” legal y financieramente.
Emisión de deuda
La otra vía propuesta por la jefa del Ejecutivo para conseguir fondos plantea que la Comisión Europea se abra a los mercados de deuda con el excedente del presupuesto comunitario y que Bruselas transfiera las utilidades a Kiev, también en forma de crédito. La tercera vía, que fue descartada por el Ejecutivo, contemplaba que cada país acudiera por sí mismo a los mercados de deuda.
Estas dos iniciativas, según Von der Leyen, permitirían a la Unión Europea generar un flujo de caja por un valor de 90.000 millones de euros de los casi 136.000 millones de euros que, de acuerdo al Fondo Monetario Internacional, necesitaría Ucrania entre 2026 y 2027.
Von der Leyen afirmó que las dos propuestas vienen acompañadas de “salvaguardas” para proteger a los Estados miembros de posibles medidas de represalia por parte de Moscú y lo que llamó un “mecanismo de solidaridad” para garantizar que el riesgo de impago por parte de Kiev sea asumido en conjunto por todos los Estados miembro.
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El próximo 18 de diciembre, la Comisión someterá a voto su plan. Para que sea aprobada la vía de los fondos rusos, tendría que contar con el apoyo de 15 de los 27 líderes de los países miembros, lo que representaría al 65% de la población del bloque. La segunda vía requeriría un voto por unanimidad, algo difícil, puesto que Hungría, cercano a Rusia, se opone radicalmente a la financiación de Ucrania para continuar con la guerra.
A mediados de mes se conocerá si los líderes europeos deciden continuar el financiamiento ucraniano con opciones que plantean riesgos económicos sustanciales a los miembros del bloque y que podrían enfrentar aún más a Bruselas y Moscú.
Con Reuters y EFE
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