Después de la liberación de la monja colombiana Gloria Cecilia Narváez, que fue liberada el sábado después de haber sido secuestrada en 2017, en Malí, el portavoz del Vaticano Matteo Bruni dijo que el papa la saludó.

“Esta mañana, antes de la celebración de la santa misa de apertura del Sínodo de los Obispos, el papa saludó a la hermana colombiana Gloria Cecilia Narváez, secuestrada en 2017 y recientemente liberada”, dijo Bruni en un breve comunicado.

No hubo más detalles.

La monja había sido secuestrada el 7 de febrero de 2017, cerca de la localidad de Koutiala, 400 kilómetros al este de la capital, Bamako. Fue raptada cuando ejercía como misionera en la parroquia de Karangasso.

La presidencia de Malí dijo que la liberación fue el fruto de “cuatro años y ocho meses de esfuerzos combinados de los servicios de inteligencia”.

Por su parte, la religiosa agradeció a las autoridades malienses y al presidente de ese país por el esfuerzo hecho para su liberación.

“Que Dios los bendiga, que Dios bendiga a Malí”, dijo la monja en imágenes transmitidas por la televisión estatal.

“Estoy muy feliz de haberme mantenido con buena salud durante cinco años, gracias a Dios”, añadió.

El mismo sábado, la monja se subió a un avión para ir a Roma.

Lee También

Liberación de monja colombiana, sin maltratos

Fuentes cercanas a la delegación que medió para conseguir la liberación de Narváez dijo a AFP que la religiosa no fue maltratada durante el secuestro y que conoció el Corán.

“No vamos a dar detalles. Las negociaciones duraron meses, años”, añadió esa fuente.

Durante el secuestro se dieron a conocer cuatro pruebas de que Narváez estaba viva, según la Policía de Colombia.

Según la institución, “aunque públicamente” el grupo que la tenía no exigió “una cifra determinada, se logró establecer que el objetivo final” era “económico”.