Una publicación de Elisa Rispoli en Facebook retoma lo que sucedió durante el fin de semana, cuando ella y su familia dormían en la tienda de campaña.

Sin previo aviso, un lobo solitario rasgó la carpa y amenazó con morder a la mujer y los niños, pero fue Matt quien se interpuso entre ellos y el feroz animal, a tal punto que se tranzó en una lucha cuerpo a cuerpo con la bestia, que lanzaba dentelladas.

En algún momento de la desigual lucha, que según Elisa duró entre uno y 3 minutos (que a ella le parecieron una eternidad), Matt logró sujetar la mandíbula y el maxilar superior del lobo para mantenerle la boca abierta y así evitar que los siguiera mordiendo, pues ya le había destrozado las manos y los brazos.

Mientras tanto, Elisa sujetaba a su esposo de los pies, ya que el animal quería llevarse al hombre. La mujer gritaba y pedía auxilio.

Finalmente, un campista que estaba cerca escuchó los gritos de ayuda y acudió al rescate. Con patadas, logró ahuyentar al lobo, que huyó entre la maleza.

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Matt fue llevado al hospital y está fuera de peligro, según narra Elisa en su publicación de Facebook, a la vez que las autoridades del parque especulan con que este caso es extremadamente raro y podría deberse a que el lobo está en las postrimerías de su existencia, lo que lo habría hecho actuar de la forma en que lo hizo, pues ya no tiene una manada que lo acoja.

El animal fue buscado, hallado y sacrificado por los guardabosques, pues al haber atacado a un ser humano, representaba un peligro inminente para otros campistas. La operación se llevó a cabo cuando el parque ya estaba cerrado al público y los visitantes habían sido evacuados.

Familia
Esta es la familia Rispoli, antes del ataque. / Facebook