De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pandemia está lejos de terminar debido a la alta posibilidad que hay de que se transmitan nuevas variantes preocupantes, “posiblemente más peligrosas y más difíciles de controlar que las que están registradas en la actualidad”.

“Las tendencias recientes son inquietantes. Dieciocho meses después de declararse la emergencia de salud pública internacional seguimos corriendo detrás del coronavirus”, subrayó Didier Houssin, presidente del comité, en conferencia de prensa.

Hasta ahora, el organismo sanitario ha reportado oficialmente cuatro variantes del COVID-19 que se pueden denominar inquietantes: Alfa, Beta, Gamma y Delta, esta última fue hallada por primera vez en India.

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La mutación Delta, actualmente, se extiende a gran velocidad en todo el mundo provocando un fuerte repunte de la pandemia, ya que es mucho más contagiosa y muestra un poco más de resistencia a las vacunas, aunque éstas continúan protegiendo en los casos más graves de COVID-19.

“Tenemos que continuar defendiendo incansablemente el acceso y distribución equitativos de las vacunas en todo el mundo, fomentando el intercambio de dosis, la producción a nivel local y la liberación de los derechos de propiedad intelectual, así como la transferencia de tecnología, el aumento de la capacidad de producción y, por supuesto, la financiación necesaria para lograr todo esto”, agregó Houssin.

La desigualdad en el acceso a las vacunas ha sido denunciada durante los últimos meses por la OMS. Cuando Estados Unidos y la Unión Europea (UE) pretenden vacunar a la gran mayoría de sus poblaciones en las próximas semanas, los países más desfavorecidos alcanzan a proteger apenas al 1 % de las suyas.