“Hay otros países europeos afectados” donde “muy probablemente esas listas existen”, señaló Matthias Berninger, director de relaciones públicas de Bayer en una conferencia telefónica, calificando tal práctica de “inapropiada”.
“No dispongo de informaciones ciertas”, pero el contrato entre Monsanto y la agencia de comunicaciones Fleishman Hillard, que estableció esas listas con la posición de los afectados sobre cuestiones como los organismos genéticamente modificados “se extendía a toda Europa”, señaló.
La justicia francesa abrió una investigación después de la denuncia presentada por el diario francés Le Monde y uno de sus periodistas, que figuraba en uno de los ficheros, que hablaba de “recolección de datos personales por medio fraudulento, desleal e ilícito”.
Así como en Colombia, en Europa y Estados Unidos se encuentra en un punto álgido la discusión sobre el uso del glifosato, cancerígeno de acuerdo con varios estudios que sus defensores ponen en entredicho. Esto a raíz de los múltiples procesos en su contra, los cuales lo han hallado responsable de haber causado la enfermedad a diferentes personas.
La “vigilancia” a líderes de opinión que se refieren a su uso ha estremecido a quienes protagonizan las discusiones. Dado que el Gobierno colombiano busca impulsar su regreso para controlar la desbordante producción de coca, las denuncias de presuntos seguimientos a miembros de altas cortes pueden encender alarmas en el país como un campanzo de alerta en caso de que se estén utilizando esas mismas prácticas irregulares con los encargados de la discusión a nivel legal en Colombia.
Y es que justamente el magistrado Alberto Rojas, quien ha citado debates al respecto, denunció recientemente amenazas contra su vida, tal como lo reseñó CM&. Posteriormente se habló que él también sería uno de los togados a los que Estados Unidos le retiraría la visa.
Bayer pidió disculpas el domingo aunque dijo no ver “por el momento” elementos que muestren que las listas de Monsanto vulneraban la ley.
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