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Este domingo, Argentina celebra elecciones legislativas de medio término en las que el presidente Milei buscará ampliar su débil base parlamentaria para sostener su agenda de reformas en medio de una recesión persistente y tensiones sociales, pero también el anunciado respaldo financiero de Estados Unidos. Milei aspira a consolidar un tercio legislativo que le permita bloquear iniciativas opositoras y evitar la reversión de vetos presidenciales. Con información de Natalio Cosoy, corresponsal de RFI en Buenos Aires.
En las elecciones legislativas de medio término del domingo, el presidente Javier Milei buscará consolidar su poder en el Congreso para aplicar una serie de reformas sistémicas en los dos años restantes de su mandato. Milei necesita mayor gobernabilidad para conseguir la urgente reactivación de una economía en recesión y azotada por descalabros financieros.
El partido de Milei, La Libertad Avanza, no podrá obtener mayoría absoluta en las cámaras tras los comicios. Sin embargo, se considera un hecho que aumentará su magra base de 37 diputados.
“Tanto en Diputados como en el Senado, el peronismo es hoy la fuerza con mayor número de escaños, pero también es la que más bancas pone en juego en las elecciones. A diferencia del oficialista La Libertad Avanza, que pone en juego un porcentaje mucho menor. En ese sentido, el oficialismo tiene margen para mejorar su hoy muy débil posición legislativa. Su objetivo sería alcanzar, junto con aliados, el tercio de la Cámara de Diputados que le permita bloquear avances de la oposición contra las políticas del Gobierno”, explica nuestro corresponsal, Natalio Cosoy.
Milei ha dicho que conseguir un tercio de legisladores en cada cámara ya sería “un buen resultado”, porque es el número mínimo para impedir la reversión de un veto presidencial.
Javier Milei cerró su campaña la víspera con un canto a capela y la promesa de que “Argentina va a cambiar” tras las legislativas del domingo, a las que llega en medio de una crisis financiera que persiste pese al auxilio de Estados Unidos.
Salvar al soldado Milei
Milei revolucionó en 2023 el panorama electoral con un discurso antipolítica con el que cristalizó en su figura el hartazgo general. En noviembre de ese año consiguió un contundente triunfo en las presidenciales con el 56% en el balotaje, pero su 30% de la primera vuelta lo dejó en minoría en el Legislativo. El Congreso pudo frustrar así sus principales reformas, aprobar leyes que según el mandatario atentan contra el equilibrio fiscal e incluso revertir vetos presidenciales.
Mientras Milei busca respaldo legislativo en las urnas, su gobierno también depende de un salvavidas financiero internacional para sostener la economía.
Estados Unidos acudió al rescate de la economía argentina con una línea de crédito de 20.000 millones de dólares, la promesa de otros 20.000 millones de privados e intervenciones directas en el mercado de divisas local para defender un peso que muchos analistas consideran sobrevaluado.
Estas elecciones también representan una suerte de evaluación, a través del voto, del desempeño del gobierno libertario y sus resultados se seguirán atentamente en Washington.
A este respecto, nuestro corresponsal estima que “a pesar de la ayuda de Estados Unidos con compras directas de pesos por parte del Tesoro de ese país, el precio del dólar continúa con presión al alza. En este contexto, el 26 de octubre se sabrá si la apuesta estadounidense se alinea o no con lo que decidan los votantes argentinos”.
Para Mauricio Monge, economista para América Latina en Oxford Economics, el auxilio de Washington “no es suficiente para contrarrestar la creciente probabilidad de que los resultados electorales impidan reformas adicionales”.
Los argentinos temen una devaluación después de las elecciones, que puede impactar negativamente en su poder adquisitivo.
En la recta final de la campaña, Milei insultó menos a opositores y periodistas, tendió la mano a los gobernadores y dio muestras de empatía con los argentinos “vulnerables”, que “aún no han sentido en su realidad” el “éxito” de su gobierno. Su tono se moderó tras perder por casi 14 puntos en unas elecciones regionales clave.
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