Me censuran todos los videos donde muestro el Carvativir“, protestó Maduro, en un acto televisado.

“Facebook eliminó de mi página, de manera abusiva y dictatorial, el video completo del programa del domingo pasado y eliminó el video completo donde se explica cómo Venezuela hizo todas las pruebas científicas para autorizar, como hemos autorizado, el Carvativir”, sostuvo.

El Carvativir es el último de una serie de remedios sin estudios médicos serios publicados que el mandatario socialista ha promocionado desde que la pandemia del coronavirus llegó a su país, en marzo pasado.

“Ellos dicen que hasta que la OMS diga que sí, yo no puedo hablar del Carvativir. ¿Quién manda en Venezuela? ¿El dueño de Facebook? ¿Quién manda en el mundo, el dueño de Facebook?“, exclamó Maduro, cuyo gobierno ha acusado antes a otras redes sociales como Twitter y YouTube de censura.

“¡Abusadores! ¿Zuckerberg, es que se llama? ¡Es tremendo abusador!”, añadió.

Como Trump, Maduro la emprendió contra las redes sociales tras divulgar contenidos potencialmente falsos

Maduro afirmó que el mundo debe “reflexionar” sobre los “abusos” en las redes sociales. “Son gente multimillonaria, que pretenden imponer sus verdades, sus razones, sus abusos en el mundo”, dijo.

Y es que ante la avalancha de información durante la pandemia, Facebook ajustó sus políticas, regulando “anuncios que contengan afirmaciones engañosas, falsas o infundadas sobre temas de salud, incluidas las que aseguren que un producto o servicio puede ofrecer una prevención o una inmunidad del 100 %, o tiene la capacidad de curar el virus“, explicó la popular plataforma.

Tras descargar contra Facebook, Maduro aseguró que uno de sus ministros, Aristóbulo Istúriz, está siendo tratado con Carvativir: “Se tomó su Carvativir, 10 gotas cada cuatro horas durante 10 días en el caso de él, se levantó con fuerza”, señaló.

Venezuela, con 30 millones de habitantes, acumula 127.346 casos confirmados de COVID-19 y 1.196 muertes, según cifras oficiales, cuestionadas por organizaciones como Human Rights Watch por considerar que ocultan una realidad mucho peor.