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El primer ministro británico Keir Starmer prometió este jueves 12 de septiembre reformar de forma profunda el Servicio de Salud (NHS) de Reino Unido. Un informe reveló el estado siniestro del sistema de sanidad, que estaría provocando miles de muertes al año.
Keir Starmer ha anunciado una profunda renovación del Servicio Nacional de Salud que tardará diez años en llevarse a cabo.
Se centrará en tres transformaciones principales. La primera es derivar funciones de los hospitales a los ambulatorios, que en Reino Unido no lidian con emergencias, sobresaturando las urgencias de los hospitales.
La segunda es la digitalización de todos los procesos y la tercera es empezar a trabajar en la prevención. Ahora los hospitales solo tratan a los pacientes, no previenen.
Starmer ha afirmado que el sistema de salud está completamente quebrado, que han sido los Conservadores los que lo han destrozado semiprivatizándolo en los últimos 14 años y que solo un gobierno laborista puede salvarlos.
14.000 muertes al año
El Servicio de Salud es la joya del sistema del bienestar. Para conocer su estado, Starmer encargó una investigación nada más llegar al poder que ha arrojado una foto siniestra del servicio con datos preocupantes como que las largas listas de espera provocan 14.000 muertes cada año, unas muertes que son totalmente evitables.
La falta de servicio ha provocado el deterioro de la salud en general de los británicos. Se han incrementado las enfermedades mentales, por ejemplo. Todo esto afecta a la economía porque hay cerca de tres millones de personas de baja laboral.
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