Menelas, quien acudió en febrero de 2019 a ese centro educativo debido a las quejas de la profesora Patricia Costa por el mal comportamiento del menor, le pidió el cinturón a su hijo y con ese mismo objeto lo azotó en frente de sus compañeros.

Después de la clase, Costa denunció la golpiza y la junta escolar del condado de Miami-Dade alegó que el hombre violó una política distrital contra el castigo corporal. En noviembre pasado, la entidad lo suspendió y comenzó su proceso destitución.

El maestro de química, sin embargo, apeló la decisión y el juez administrativo John Van Laningham determinó que como padre “estaba en su derecho de hacerlo” y debería ser reintegrado lo antes posible a su puesto.

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El magistrado puntualizó que el distrito escolar no debe tratar a Menelas diferente a como lo haría con cualquier otro padre de familia, que se dedicara a una profesión diferente y que tuviera una conducta similar.

Precisó, de igual manera, que el hombre estaba claramente en el salón de clase como “padre”, no como el maestro. Finalmente, agregó que si este hubiera azotado a su hijo de la misma manera en el pasillo de una tienda, el distrito tampoco “tendría jurisdicción para disciplinarlo por tal acto”.

Al ser un juez administrativo, la decisión de Van Laningham es una recomendación que tendrá en cuenta la junta escolar para la decisión final.