La población de tan solo 70 habitantes de este apartado territorio de EE. UU. unió esfuerzos para hacer posible el aterrizaje de la aeronave en la mitad de la noche, reporta The New York Times.

Antes de aterrizar, el avión pasó sobre la población a baja altura, lo que alertó a la comunidad; es por ello que varios pobladores estacionaron sus vehículos todoterreno en un costado de la pista, con las luces principales encendidas, para alumbrar la pista.

Una vocera del departamento de transporte y asuntos locales del lugar dijo, citada por el diario, que las luces habían sido vandalizadas por un desconocido en un vehículo 4×4 y que se encontraban haciendo los arreglos cuando ocurrió la emergencia de la menor enferma.

Por lo agreste del terreno y lo alejado de la región, dice la funcionaria, las reparaciones a la infraestructura por lo general se demoran, pues tanto el personal técnico como los repuestos se deben transportar únicamente por vía área, provenientes de sitios lejanos.

El canal de TV KTOO detalla cómo fue que una residente se dio cuenta de que algo andaba mal con el aterrizaje del avión.

Ida Nelson, residente cuya casa queda al lado de la pista, acababa de salir de su sauna cuando sintió el ruido del avión que pasaba por allí. Teniendo en cuenta que a las 11 de la noche no es normal que esto suceda, la mujer intentó encender las luces de la pista pero estas no respondieron:

“Si se presiona el botón de encendido unas 15 veces, ellas prenden, pero esta vez no funcionó”, dijo la mujer, citada por KTOO.

Sin pensarlo dos veces e intuyendo que se trataba de alguna emergencia, la mujer se vistió rápidamente y encendió su vehículo para dirigirse a la pista. Al hacerlo, un vecino suyo la imitó y así lo hicieron otros, que fueron alertados por teléfono, que con sus faros iluminaron el sitio donde debía aterrizar el avión.

Adicional a eso, un piloto en tierra se pudo comunicar con su colega del avión, para indicarle que les diera unos minutos mientras iluminaban la pista.

Así, el aeroplano pudo aterrizar; en cuestión de minutos, subieron a la niña enferma y despegó, sin que ninguno de los carros se fuera o apagara las luces, con el fin de permitir el despegue.

La buena acción de esta comunidad de Alaska fue reconocida por la compañía aérea y ayudó a establecer un protocolo cuando suceda este tipo de emergencia, señala el medio, que les permita actuar de manera aún más rápida.