Debido a las difíciles condiciones que se viven en los puestos limítrofes entre Estados Unidos y México, miles de inmigrantes ilegales han intentado pasarlos a toda costa para conquistar el sueño americano.

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Las autoridades reportaron una cifra récord de personas detenidas y deportadas, pero eso no detiene a quienes están aún agolpados en el paso por el Río Bravo para entrar a suelo estadounidense.

Ese fue el caso de una madre salvadoreña quien contrató los servicios de un coyote para que la ayudara a ingresar al país, junto con sus tres pequeñas hijas.

Inmigrante se reencontró con sus hijas abandonadas en frontera con EE. UU.

Las autoridades mexicanas reportaron el hallazgo de tres niñas de 18 meses, 9 y 6 años abandonadas en una pequeña isla en medio del Río Bravo. Ellas fueron enviadas al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, DIF, lugar en en que esperaron mientras que su mamá, identificada como Julia Angulo, proveniente de El Salvador, suplicó que se las entregaran.

La hispana contó que quería entregarse a las autoridades estadounidenses para conseguir asilo, pero debido al el Título 42 (política de salud implementada por Donald Trump que permite la expulsión de inmigrantes por la pandemia de COVID-19) puso a las niñas en manos de coyotes.

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Angulo contó que fueengañada” por esos coyotes en el sector de Piedras Negras. En total, la mujer pagó 9.000 dólares a los traficantes quienes le indicaron que tenían que cruzar por separado y que una vez ella llegara a Estados Unidos se reuniría con sus hijas.

De esa manera, los coyotes lograron engañarla, pues las pequeñas fueron abandonadas a su suerte. Luego de cotejar sus identidades, las autoridades mexicanas le devolvieron a Angulo a sus tres niñas, pero las menores serán deportadas por migración a su país natal, donde según la madre, fue amenazada de muerte y teme por su vida.