Expertos estadounidenses consideraron que este accidente podría estar relacionado con las pruebas del misil de crucero “Burevestnik”, una de las nuevas armas “invencibles” de las que alardeaba el presidente Vladimir Putin a comienzos de este año.

Sin entrar en precisiones, la agencia nuclear rusa aseguró este lunes, al tiempo que homenajeó a los cinco miembros de su personal fallecidos, que “continuará el trabajo sobre este nuevo tipo de armas que, bajo cualquier circunstancia, se hará hasta el final”.

“Cumpliremos los deberes que nos ha confiado nuestra Patria. Su seguridad estará por completo garantizada”, señaló el jefe de Rosatom, Alexéi Lijachev, citado por las agencias de prensa rusas.

Según esa agencia, sus especialistas en energía nuclear brindan asistencia en ingeniería y soporte técnico para la “fuente de energía” del motor del misil que explotó, lo que ocurrió en una “plataforma marítima” y provocó la caída de varios trabajadores al mar.

El ministerio de Defensa sólo declaró que estos hechos ocurrieron durante la prueba de un “motor-cohete de propulsión” a combustible líquido, pero sin describir al accidente como vinculado con la energía nuclear. Asimismo, aseguró que “no hubo contaminación radiactiva”, pero el ayuntamiento de una ciudad cercana a la base había publicado que “registró una leve alza de la radioactividad”, aunque luego retiró tal declaración.

Esta versión indicaría que las armas en sí no serían de naturaleza nuclear, pero sí su forma de propulsión, lo que les permitiría tener un alcance prácticamente global.

Base militar Nyonoska, en Rusia

Artículo relacionado

Dos muertos y aumento de radiación por explosión en base de misiles, en Rusia

Aunque el presidente estadounidense Donald Trump se mostró tranquilo y hasta aseguró que dispone de un arma parecida, el hecho no dejó de generar inquietud. “Esto es raro. Nosotros no tenemos un programa de misiles de crucero de propulsión nuclear”, replicó Twitter el experto Joe Cirincione, presidente de la fundación Ploughshares Fund, que milita por una desnuclearización mundial.

“Intentamos desarrollar uno en los años 1960, pero era demasiado delirante, demasiado inviable, demasiado cruel, incluso para aquellos años locos de la Guerra Fría”: Cirincione

La ciudad cerrada de Sarov, que acoge al principal centro de investigación nuclear ruso, decretó el domingo un día de duelo y los cinco especialistas muertos serían condecorados de manera póstuma, este lunes tras su funeral. Conocido con el nombre de “Arzamas-16” durante la Guerra Fría, en el centro de Sarov se desarrollaron las primeras armas nucleares de la Unión Soviética.