Según el fiscal Christof Lehr la mujer fue detenida también por haberles producido heridas graves a los neonatos.

La policía descubrió en el casillero de la enfermera en el hospital de Ulm una jeringa para aplicaciones orales, que contenía leche materna y restos de morfina.

Elizabeth Bwalya Mwewa

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Los cinco bebés tenían entre un día y un mes de vida y habrían recibido la morfina en diciembre, en la sala de prematuros del centro médico.

Los niños presentaron posteriormente problemas respiratorios agudos, pero pudieron salvarse gracias a la intervención urgente de equipos médicos, que explicaron que los niños no tendrán secuelas.

El hospital pensó en un primer momento en una infección, descartada por los exámenes de orina, indicó el responsable de la policía Bernhard Weber, en una rueda de prensa.

El análisis mostró, sin embargo, que había rastros de morfina, lo que llevó al hospital a informar a la policía.

La enfermera fue detenida el miércoles y se sospecha que “actuó intencionalmente”, según el fiscal, quien recalcó que sabía que los pacientes podían morir.

Captura de mujer en Girardota

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La enfermera negó los hechos que se le reprochan, según el fiscal.

En los últimos años, Alemania se ha visto sacudida por varios escándalos que han implicado a hospitales.

El más conocido es el de Niels Högel, un exenfermero que sufría un “trastorno narcisista severo”, según los siquiatras, y fue condenado en junio a cadena perpetua por el asesinato de al menos 85 pacientes en dos hospitales del noroeste de Alemania.